VIENA (Reuters) – Más de cien mil personas de las ciudades de Ras Al-Ayn y Tal Abyad han sido desplazadas por la escalada de violencia en Siria, dijo el sábado el Programa Mundial de Alimentos de la ONU.
El Programa Mundial de Alimentos y sus socios seguirán apoyando a la población del noreste a pesar del deterioro de la situación de seguridad, dijo. Alrededor de 580.000 de las personas a las que alimenta en la región viven actualmente en zonas controladas por los kurdos.
El sábado, las fuerzas turcas tomaron el control de las principales autopistas del noreste de Siria, mientras la ofensiva de Turquía contra los combatientes sirios kurdos llegaba a su cuarto día con pocas señales de ceder a pesar de las crecientes críticas internacionales.
La agencia estatal turca de noticias Anadolu dijo el sábado que las fuerzas de oposición sirias apoyadas por Turquía habían tomado el control de la autopista M-4 que conecta las ciudades de Manbij y Qamishli.
Las tropas turcas también cortaron la ruta que une la ciudad nororiental de Hassakeh con Aleppo, la ciudad más grande de Siria y que alguna vez fue centro comercial, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un monitor de guerra de la oposición.
El empuje de las tropas turcas hacia el norte de Siria llegó días después de que el presidente estadounidense Donald Trump despejara el camino para la invasión aérea y terrestre de Turquía, retirando a las fuerzas estadounidenses de la zona y diciendo que quería dejar de involucrarse en “guerras interminables”.
La decisión de Trump provocó una rápida crítica bipartidista de que estaba poniendo en peligro la estabilidad regional y arriesgando las vidas de los aliados sirios kurdos que derribaron el grupo del Estado Islámico (ISIS) en Siria. Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) lideradas por los kurdos eran el principal aliado de Estados Unidos en la lucha contra el grupo del Estado islámico y habían perdido 11.000 combatientes en la batalla de casi cinco años contra los extremistas.
Desde el miércoles, las tropas turcas y los combatientes sirios de la oposición apoyados por Ankara han estado avanzando al amparo de ataques aéreos y bombardeos de artillería, llegando a la carretera de Manbij-Qamishli a unos 30 kilómetros (19 millas) al sur de la frontera turca.
Turquía ha dicho que pretende hacer retroceder las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo Sirio, o YPG, que considera terroristas por sus vínculos con una insurgencia kurda de décadas dentro de sus propias fronteras.