El director de la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos y sus descendientes, afirma que 99 de sus colegas han muerto en Gaza desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás hace un mes.
En su intervención en una conferencia en París sobre la situación humanitaria en Gaza, el comisionado general de la UNRWA, Phillip Lazzarini, dice que esta cifra es “el mayor número de trabajadores humanitarios de la ONU muertos en un conflicto en tan poco tiempo”.
Lazzarini afirma que más de 700.000 gazatíes desplazados viven ahora en “condiciones degradantes en 150 escuelas y edificios de la UNRWA en todo el enclave”.
“Nuestros refugios están superpoblados, con poca comida, agua o privacidad”, afirma. “Los niños solían aprender y reír en esta escuela. Hoy, suplican por un trozo de pan y un sorbo de agua”.
“Las espantosas condiciones sanitarias representan un peligro inminente para la salud pública”, añade el jefe de UNRWA.
“Condenar la horrenda masacre cometida por Hamás en Israel es lo correcto. La ONU lo ha hecho y sigue pidiendo la liberación de los rehenes”, aclara. “Sin embargo, esto no puede justificar una guerra que desprecia el derecho internacional humanitario y promueve una retórica deshumanizadora”.
Lazzarini pide un alto el fuego inmediato, el envío de mucha más ayuda a Gaza, más fondos para la UNRWA y que los países elaboren un plan para la Gaza de posguerra que garantice la igualdad entre israelíes y palestinos.