Los miembros del Parlamento de Jordania solicitaron el martes que se celebrara una sesión especial para revisar el tratado de paz de 1994 con Israel, y algunos legisladores hawaianos instaron al rey Abdullah a cancelar el acuerdo por completo, informaron los medios locales.
La medida siguió al anuncio de Abdullah el domingo de que había decidido retirarse de las cláusulas del acuerdo que permiten a Israel arrendar dos pequeñas áreas de los jordanos durante 25 años: Baqura, conocida como Naharayim en hebreo, en el norte del Valle del Jordán, y Ghamr en el sur.
Los contratos de arrendamiento expiran el próximo año y el plazo para renovarlos es el jueves.
Naharayim, una pequeña parcela de tierra también llamada «Isla de la Paz», se ha convertido en el centro de las recientes fricciones entre los socios de paz de larga data.
El tratado de paz de 1994, firmado entre el entonces primer ministro israelí Yitzhak Rabin y el padre de Abdullah, el rey Hussein, es sumamente impopular en Jordania, donde el sentimiento pro palestino es generalizado.
Activistas y políticos han expresado su voz en contra de la renovación de las cláusulas de arrendamiento, que dicen que son «humillantes» y perpetúan la «ocupación israelí» del territorio jordano.
Las tensiones entre Israel y Jordania se han incrementado en los últimos meses por temas como el estado en disputa de Jerusalén y sus lugares sagrados, las estancadas conversaciones de paz en Medio Oriente y el asesinato el año pasado de dos ciudadanos jordanos por un guardia israelí de la embajada en Ammán, que inició una crisis diplomática. Las relaciones se descongelaron después de que Israel reemplazó a su embajador.
El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo el domingo que su gobierno entrará en negociaciones con Amman sobre el tema, pero el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, dijo el martes que no habría negociaciones con Israel sobre la soberanía jordana en el área.
La Hermandad Musulmana en Jordania y los activistas antiisraelíes planean celebrar una marcha masiva en la capital jordana el viernes, exigiendo que Abdullah rechace la totalidad del acuerdo de paz con Israel.
La semana pasada también se realizó una manifestación masiva en Amman, provocada por lo mismo.
«La gente quiere honor nacional», cantaban las masas.
Israel Hayom se ha enterado de que las fuerzas de seguridad jordanas se han puesto en alerta máxima antes de la marcha del viernes y que oficiales uniformados estarán estacionados cerca de la embajada israelí en Amman. Las carreteras que conducen a la embajada también estarán cerradas, como medida de precaución.