El martes, Rusia criticó el seminario económico patrocinado por Estados Unidos en Bahrein el próximo mes, expresando su preocupación por el hecho de que Washington esté tratando de utilizar los incentivos económicos para desdibujar la solución de dos Estados para el conflicto israelo-palestino.
A principios de esta semana, la Casa Blanca anunció que se espera que coorganice una reunión los días 25 y 26 de junio en la capital de Bahrein, Manama, sobre los aspectos económicos del tan esperado plan de paz de Oriente Medio para lograr la prosperidad para los palestinos.
El continuo deseo de sustituir una solución política global por un paquete de “beneficios” económicos que erosionan el principio de crear dos Estados para ambos pueblos es motivo de gran preocupación, dice la declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia.
Estados Unidos, como dijo Moscú, “está tratando de cambiar las prioridades de la agenda regional e imponer una visión alternativa del acuerdo palestino-israelí”.
La declaración afirma que Rusia reafirma que no considera permisibles “las desviaciones del marco jurídico internacional del Acuerdo de Oriente Medio”, incluido el principio de “paz en los territorios” y la Iniciativa de Paz Árabe de 2002.
La iniciativa árabe presenta las relaciones diplomáticas de Jerusalén con todo el mundo árabe a cambio de “la retirada completa de Israel de todos los territorios árabes ocupados desde junio de 1967, la creación de un Estado palestino con el Este de Jerusalén como capital y una solución justa y negociada al problema de los refugiados palestinos”.
La Casa Blanca está impulsando esta reunión en Bahrein como primer paso en el tan esperado Plan de Paz de Oriente Medio, que incluye amplias inversiones y obras de infraestructura, la mayoría de las cuales son financiadas por los países árabes ricos, en Judea y Samaria y la Franja de Gaza.
El embajador de Estados Unidos en Oriente Medio, Jason Greenblatt, dijo que el plan de paz de Washington “tiene el potencial de abrir un futuro próspero para los palestinos”.
Sin embargo, las autoridades norteamericanas afirman que la Conferencia de Bahrein no abordará las cuestiones políticas fundamentales del conflicto: las fronteras de un futuro Estado palestino, el estatus de Jerusalén, el destino de los refugiados palestinos y sus descendientes o las exigencias de seguridad israelíes.
La Autoridad Palestina se negó a responder a la invitación de los Estados Unidos a la cumbre porque no había incluido importantes cuestiones políticas en el orden del día de la conferencia y prometió boicotearla.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, rompió los lazos con la Trump en 2017 tras el reconocimiento la capital de Israel, Jerusalén, donde los árabes que desde 1967 se autodenominan “palestinos” reclaman la capital de su futuro Estado. El lunes, Abbas dijo que el plan de paz de Trump y el seminario económico “se irán al infierno”.
Además, los principales aliados estadounidenses, Egipto y Jordania, no han anunciado sus planes de participación.
Una delegación administrativa estadounidense encabezada por el asesor principal del presidente Trump, Jared Kushner, viajará a Jordania esta semana y luego a Jerusalén, confirmó el representante de la Casa Blanca el martes, en vísperas del seminario económico de Bahrein.
El representante de la Casa Blanca dijo que Kushner viajará a Rabat, Ammán y Jerusalén con Greenblatt y el representante especial para Irán, Brian Hook.