El martes no había datos sobre el coronavirus en el sitio web del Ministerio de Sanidad debido a un problema técnico, que también provocó un retraso en la transferencia de las pruebas de laboratorio a los fondos sanitarios.
Las cajas de salud advirtieron que el retraso podría afectar a la atención preventiva a los ancianos y a la población de riesgo. Según las proyecciones y los datos anteriores sobre la propagación del virus, se identificaron aproximadamente 50.000 casos en las últimas 24 horas.
Hasta el 16 de enero, había 253.103 casos activos en el país, con 1.303 pacientes hospitalizados. De ellos, 446 estaban en estado grave. Israel ha notificado 1.792.137 casos, incluidos 8.318 fallecimientos, desde el estallido de la pandemia en 2020. Hasta ahora, 537.419 israelíes han recibido cuatro dosis de la vacuna, 4.397.100 recibieron tres, 6.020.277 recibieron dos y 6.671.981 recibieron una.
Según el Fondo de Salud Leumit, 207.436 israelíes están autoaislados, de los cuales más de 13.000 son personal educativo y más de 100.000 son estudiantes.
Mientras tanto, según un informe de Channel 12 News, 10 israelíes que rechazaron la medicación oral contra el coronavirus murieron por complicaciones de la enfermedad.
El medicamento, producido por Regeneron Pharmaceuticals y ofrecido por el Fondo de Salud Meuhedet, recibió la autorización de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos en octubre de 2020. El cóctel de anticuerpos también se administró al entonces presidente Donald Trump, que contrajo la enfermedad por la misma época.
Según Channel 12 News, otras HMOs también informaron que sus miembros rechazaron el medicamento, lo que significa que hasta 120 israelíes podrían morir de CVID después de rechazar el medicamento. El informe también decía que más de 1.000 israelíes han sido tratados con la píldora oral Paxlovid de Pfizer desde que llegó a Israel, pero uno de cada tres pacientes rechaza el medicamento.
En noticias relacionadas, el Centro Médico Sheba de Ramat Gan dijo el lunes que las investigaciones preliminares indican que una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus sólo proporciona una defensa limitada contra la variante Ómicron que está haciendo estragos en todo el mundo.
En diciembre, el hospital comenzó a administrar una cuarta vacuna a más de 270 trabajadores médicos: 154 que recibieron una vacuna de Pfizer-BioNTech y otros 120 que recibieron la de Moderna. Todos habían sido vacunados previamente tres veces con la vacuna de Pfizer-BioNTech.
El ensayo clínico descubrió que ambos grupos mostraban un aumento de anticuerpos “ligeramente superior” al registrado tras la tercera vacuna del año pasado. Sin embargo, afirmó que el aumento de anticuerpos no impidió la propagación del Ómicron.
“A pesar del aumento de los niveles de anticuerpos, la cuarta vacuna sólo ofrece una defensa parcial contra el virus”, dijo el Dr. Gili Regev-Yochay, director de la unidad de enfermedades infecciosas del hospital. “Las vacunas, que eran más eficaces contra las variantes anteriores, ofrecen menos protección frente a Ómicron”.
Los resultados preliminares plantearon dudas sobre la decisión del gobierno de ofrecer una segunda vacuna de refuerzo -y la cuarta en general- a su población mayor de 60 años. El director general del Ministerio de Sanidad, Nahman Ash, afirmó que la investigación no significaba que el cuarto esfuerzo de vacunación fuera un error: “Devuelve el nivel de anticuerpos a lo que era al principio del tercer refuerzo. Eso tiene una gran importancia, especialmente entre la población de mayor edad”.
Además, “la protección contra la morbilidad grave, especialmente para la población de edad avanzada y la población de riesgo, sigue siendo proporcionada por esta vacuna [dosis], y por lo tanto pido a la gente que siga acudiendo a vacunarse”, dijo a la Radio del Ejército.
Sin embargo, Ash afirmó que la investigación se tendrá en cuenta cuando las autoridades debatan sobre la conveniencia de ampliar la campaña de refuerzo a una población más amplia.
Israel fue uno de los primeros países en vacunar ampliamente a su población el año pasado y el verano pasado se convirtió en el primero en ofrecer una vacuna de refuerzo. Se cree que la última campaña de refuerzo para los israelíes de más edad también es la primera de este tipo en el mundo.
Los amplios esfuerzos de vacunación de Israel no han podido detener un brote de Ómicron en las últimas semanas. La variante ha provocado niveles de infección sin precedentes y ha enviado a un número creciente de personas al hospital, aunque el número de enfermos graves sigue siendo inferior al de las oleadas anteriores.
También ha obligado a un gran número de israelíes a entrar en cuarentena, lo que ha supuesto una carga para las escuelas y las empresas.
El Ómicron ya es dominante en muchos países y también puede infectar a quienes se han vacunado o han sido infectados por versiones anteriores del virus. Sin embargo, los primeros estudios muestran que es menos probable que cause una enfermedad grave que la anterior variante delta. La vacunación y un refuerzo siguen ofreciendo una fuerte protección contra la enfermedad grave, la hospitalización y la muerte.
El martes, el gobierno dijo que acortaba el periodo de cuarentena obligatoria de siete a cinco días para ayudar a mantener la economía en funcionamiento.
“Esta decisión nos permitirá, por un lado, seguir salvaguardando la salud pública y, por otro, mantener la economía en marcha en estos momentos, aunque sea difícil, para que podamos superar esta oleada con seguridad”, dijo el primer ministro Naftali Bennett.