Se espera que doscientos residentes de medicina presenten su dimisión al Ministerio de Sanidad el jueves a las 14.00 horas debido a un conflicto en curso sobre los excesivos turnos de trabajo.
En la actualidad, los residentes de medicina tienen que hacer turnos de 26 horas, pero han abogado por reducirlos a 16-18 horas, alegando que su incapacidad para mantener la concentración durante un periodo tan largo sin dormir supone una amenaza tanto para sus pacientes como para sus colegas de la comunidad médica.
El sindicato Mirsham, que habla en nombre de los estudiantes de medicina, dio un plazo de 2 p.m. al Ministerio de Salud para que cumpla con las demandas del sindicato.
Ynet informó de que, además de los 200 residentes que presentarán su dimisión el jueves, 300 internos también han firmado cartas de dimisión y amenazan con entregarlas si el Ministerio de Sanidad no reduce la duración de sus turnos.
Las dimisiones no entrarán en vigor hasta dos semanas después de que el empleador reciba la carta, lo que da al Ministerio de Sanidad otras dos semanas para intentar evitar una salida masiva de estudiantes de medicina.
El miércoles, el ministro de Sanidad, Nitzan Horowitz, se puso del lado de los locales que protestan y echó la culpa al Ministerio de Hacienda, afirmando que “el Ministerio de Sanidad apoya la reducción de los turnos” y que “existe el presupuesto” para aplicar el cambio.
Horowitz dijo que el Ministerio de Hacienda “se desentendió de sus obligaciones… y frustró la aplicación del proceso”.
Dijo con sorna: “Me gustaría ver al personal del Ministerio de Hacienda trabajar durante 26 horas seguidas”.
La administración había prometido implantar los turnos más cortos para abril de este año, pero en julio anunciaron que el nuevo horario no entraría en vigor hasta septiembre de 2023, lo que enfureció a los vecinos.
En octubre, muchos abandonaron la ciudad porque no les gustaba trabajar en turnos de 26 horas. La administración presentó entonces un plan para reducir la duración de los turnos a 16-18 horas en 10 hospitales de zonas rurales alejadas del núcleo urbano del país. El 1 de abril estaba previsto que comenzara.
Sin embargo, después de que el gobierno declarara que cualquier cambio en los turnos se pospondría hasta el año que viene, Mirsham emitió un comunicado en el que decía que el ministro de Economía, Oran Barbivai, había “cedido” a las presiones y que el retraso era una “sentencia de muerte” para la disminución de los turnos.
Antes del año 2000, los residentes trabajaban habitualmente 36 horas semanales (o más). Ese año se llegó a un acuerdo para reducir el trabajo a 26 horas con un descanso de 2 horas.
En 2012, después de que se denegaran numerosas peticiones de turnos más cortos, el gobierno limitó las horas semanales a 71,5 y obligó a trabajar solo dos turnos a la semana.
A pesar de las nuevas normas, muchos centros médicos aún no las han cumplido.