El Ministerio de Bienestar Social de Israel reveló que 21 niños perdieron a sus padres en el reciente ataque de Hamás.
El domingo, el Ministerio de Bienestar Social de Israel anunció un saldo devastador del ataque perpetrado por el grupo terrorista Hamás el pasado 7 de octubre: 21 niños de 13 familias ahora están sin padres. La ofensiva dejó a 16 de estos niños sin ambos padres, mientras que los demás perdieron al menos a uno, con casos de secuestros o desapariciones relacionadas.
En medio de la tragedia, una niña de 4 años está actualmente retenida en Gaza, y en otro caso, una madre fue asesinada, dejando a su hija bajo el cuidado de familiares, mientras el padre se encuentra cautivo. Los trabajadores sociales se han movilizado para ofrecer apoyo integral a los menores afectados y sus guardianes legales.
Yaakov Margi, ministro de Bienestar, expresó su repudio hacia la situación: “El hecho de que tantos niños sean víctimas del brutal ataque de Hamás revuelve el estómago”. Aseguró que el estado proporcionará recursos continuos para la rehabilitación y el bienestar de estos niños.
El ataque de Hamás, respaldado por Irán, desplazó a aproximadamente 200,000 israelíes, con instrucciones oficiales de evacuar comunidades cercanas a las fronteras conflictivas. Esta crisis forma parte de la ofensiva más amplia del grupo terrorista, que se infiltró en Israel y masacró a más de 1,400 personas, la mayoría civiles, y dejó heridas a miles.
En respuesta, Israel inició una campaña militar en Gaza para desmantelar la infraestructura de Hamás y sus aliados, con el objetivo declarado de minimizar las bajas civiles. Mientras tanto, en el norte, Hezbolá, otro grupo terrorista pro-Irán, ha intensificado la agresión, disparando misiles y cohetes, y realizando intentos de infiltración armada.
Con tensiones escalando, el primer ministro Benjamin Netanyahu envió un mensaje contundente a Hezbolá, advirtiéndoles contra una mayor provocación en este delicado contexto: “cometerían el peor error de sus vidas”.