Los directores de siete sistemas hospitalarios anunciaron el miércoles por la noche que continuarán con una huelga parcial por segundo día el jueves en protesta por la decisión del gobierno de no aumentar la financiación en medio de la pandemia de coronavirus.
Desde el miércoles por la mañana, el hospital Shaare Zedek de Jerusalén y los dos hospitales del sistema Hadassah; el Mayanei Yeshua de Bnei Brak; el Laniado de Netanya; y el San Vicente de Paúl, el Hospital de la Sagrada Familia y el Hospital de Nazaret, solo han realizado procedimientos para salvar vidas y se han negado a admitir nuevos pacientes del servicio de urgencias Maguen David Adom.
En un comunicado, los directores de los hospitales reconocieron que representantes del Ministerio de Sanidad y del Ministerio de economía habían intentado ponerse en contacto con ellos, pero dijeron que “no podemos pagar a nuestros proveedores y trabajadores con simpatía”.
Pidieron al ministro de Sanidad, Nitzan Horowitz, y al de Finanzas, Avigdor Liberman, que “resuelvan la crisis inmediatamente”.
Los siete hospitales llamados “públicos” de Israel están abiertos a todos los pacientes y dependen en su mayoría de los fondos estatales, aunque son de propiedad privada.
En una carta enviada el martes a Horowitz y al director del servicio de urgencias del Magen David Adom, Eli Bin, los directores de los hospitales acusaron a las autoridades sanitarias de no cumplir con sus compromisos presupuestarios y dijeron que no cuentan con los fondos necesarios para ofrecer una atención adecuada.
“Nos gustaría informarle de que, debido al déficit estructural que nos ha impuesto el Estado y al incumplimiento de los acuerdos suscritos con los hospitales públicos, los siete hospitales [que dirigimos] no podrán funcionar plenamente ni prestar una atención adecuada a los pacientes por falta de presupuesto”, escribieron los directores de los hospitales en la carta.
“Esta noche, el primer ministro se va [a Estados Unidos], dejándonos luchar contra el coronavirus con un arma sin balas. Esperamos que intervenga en esta crisis”, añadieron los directores de los hospitales. El primer ministro Naftali Bennett partió el martes de Israel hacia Estados Unidos para reunirse con el presidente estadounidense Joe Biden.
Los administradores de los hospitales afirman que aún no se han transferido los 300 millones de NIS (93 millones de dólares) prometidos por el Estado a los hospitales públicos. Además, una cláusula de su acuerdo con el Ministerio de Finanzas que prometía 55 millones de NIS (17 millones de dólares) adicionales cada mes que continuara la pandemia tampoco se ha cumplido desde julio, afirman.
En junio, los mismos hospitales boicotearon un acto del gobierno en el que se premiaba al sistema sanitario por sus esfuerzos en la lucha contra el COVID, acusando al Estado de abandonarlos económicamente.