Un equipo de la Unidad Canina de Israel (IDU), una organización sin ánimo de lucro especializada en perros de seguridad, fue llamado esta semana para unirse a la persecución de un pistolero árabe palestino que intentó matar a un pastor israelí.
El miércoles se alertó a los residentes de la región de Samaria de que las fuerzas de seguridad se acercaban a la ciudad de Karnei Shomron. Un árabe palestino enmascarado había llegado a la granja cercana conocida como Dorot Ilit y atacó al pastor israelí que apacentaba su rebaño. Utilizando un subfusil improvisado conocido como Carlo o Carl Gustav, el árabe palestino efectuó varios disparos a menos de quince metros de distancia, mientras gritaba la frase árabe utilizada para denotar ataques terroristas.
S., el pastor atacado, relata a Israel National News: “Oí gritos y disparos. Me giré y le vi intentando solucionar un atasco en su arma. No se me permite llevar pistola, pero intenté darle con mi Taser. Recargó, así que empecé a correr. Me caí y me hice daño en una pierna, pero conseguí volver a la granja, que, gracias a Dios, está a unos cien metros”.
Una vez en la granja, S. recibió tratamiento médico para la pierna. Otros granjeros, así como el coordinador de seguridad civil de Karnei Shomron, se desplazaron inmediatamente para comprobar si el pistolero había perseguido a S. hasta la granja, y pidieron ayuda especializada a la IDU para perseguir al pistolero.
Voluntarios de la IDU con perros rastreadores y vehículos aéreos no tripulados avanzados acudieron al lugar del ataque para rastrear al terrorista y asegurar la zona, en cooperación con otras fuerzas que respondieron al incidente.
Cerca del lugar se encontraron múltiples casquillos de bala de 9 mm, así como una tarjeta SIM desechada. Las huellas del atacante se rastrearon hasta una localidad cercana de la Autoridad Palestina.
Los agricultores expresaron su especial agradecimiento a la UID por el equipo especializado y los conocimientos aportados a la persecución, así como su sincero reconocimiento a las fuerzas de seguridad que habían participado en la operación.
“Aquí nos enfrentamos semanalmente a incidentes violentos”, declaró un agricultor. “Es bueno saber que tenemos amigos fuertes a los que podemos recurrir para que nos apoyen”.