De acuerdo con la Ley de Aire Limpio, la ministra de Medio Ambiente, Tamar Zandberg, designó el jueves la Estación Central de Autobuses de Tel Aviv como punto conflictivo de contaminación atmosférica.
Como consecuencia, el Ayuntamiento de Tel Aviv tendrá seis meses para elaborar un plan de acción exhaustivo para solucionar el problema.
Zandberg solicitó en junio un plan al alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, y a la ministra de Transportes, Merav Michaeli, para abordar las infracciones de las normas medioambientales en la estación de la calle Levinsky de Tel Aviv, utilizada por autobuses y taxis con motor diesel.
A principios de este mes, la ministra hizo público un borrador de proclamación porque no había ningún plan en marcha.
Adam Teva V’Din, un grupo de defensa del medio ambiente, solicitó al Tribunal Superior de Justicia que exigiera a Zandberg y a su ministerio que ejercieran su autoridad para defender la Ley de Aire Limpio, presionándola para que actuara. Afirmaba que se había pedido a menudo al ministerio que tomara medidas, pero no lo había hecho.
Desde la construcción de la estación, se han observado en ella altos niveles de contaminación peligrosos para el medio ambiente y la salud pública.
Los habitantes del sur de Tel Aviv llevan mucho tiempo exigiendo el cierre de la central, pero Huldai, Michaeli y Zandberg no han conseguido llegar a un consenso sobre cómo proceder.
Huldai y Michaeli declararon el año pasado que el acuerdo con el operador de la estación no se prorrogaría al año siguiente y que se construirían cuatro terminales de autobuses sustitutivas y transitorias en otro lugar. Huldai dejó en suspenso el plan al cabo de unas semanas.
Funcionarios del Ministerio de Protección del Medio Ambiente están presionando para que la zona industrial de Atarot, en Jerusalén, reciba una certificación similar.