Las fuerzas de la Policía de Fronteras hicieron una redada en una fábrica de la ciudad de Ar’ara, bajo la sospecha de que importaba ilegalmente carne de Judea y Samaria, falsificaba documentos y vendía la carne a conocidas tiendas de todo el país.
Durante la redada, las fuerzas confiscaron diez toneladas de diversos tipos de carne de vacuno y ovino que habían sido introducidos de contrabando desde zonas bajo control de la Autoridad Palestina y que no eran aptos para el consumo.
Los productos también llevaban certificados de kashrut (kosher) falsificados que parecían proceder de uno de los conocidos tribunales rabínicos de Israel.
Además, los supervisores de la Autoridad Fiscal recogieron material de la fábrica que mostraba que muchos de sus recibos eran irregulares, y recogieron imágenes del dinero.
La carne fue confiscada y destruida por el Ministerio de Agricultura. Los distintos organismos de control están investigando a varios de los sospechosos.
La información inicial sobre el caso fue recibida por la Policía de Fronteras, y dio lugar a una operación conjunta de los agentes de la Policía de Fronteras y el Ministerio de Agricultura, la Autoridad Fiscal, la Policía Verde y el Ministerio de Trabajo.
“La Policía de Fronteras cuenta con unidades de inteligencia, que operan en el ámbito de la agricultura en todo el país”, decía un comunicado de la policía. “Las actividades de inteligencia exponen los delitos a nivel nacional, que conducen a actividades operativas junto con los diversos organismos de aplicación. Seguiremos utilizando todos los medios y capacidades disponibles para salvaguardar el bienestar y la salud del público”.