Con seis nuevas muertes, el número de personas que han muerto por COVID-19 en Israel se elevó a 480, según las cifras publicadas por el Ministerio de Salud el martes.
Las cifras llegaron cuando el Ministro de Salud, Yuli Edelstein, anunció el nombramiento de Sharon Alroy-Preis como jefa de salud pública del ministerio.
Ella reemplaza a Siegal Sadetzki, quien renunció a principios de este mes criticando lo que mencionó era el enfoque caótico e ineficaz de las autoridades para enfrentar el brote de coronavirus.
Edelstein informó en un comunicado que Alroy-Pries es “un refuerzo significativo para el sistema de servicios de salud en el ministerio y para las actividades para cortar la cadena de infección”.
Alroy-Preis manifestó: “está agradecida por la oportunidad y orgullosa de unirse al excelente equipo que está liderando la confrontación nacional con la crisis del coronavirus”.
Alroy-Preis, experta en enfermedades internas y salud pública, se ha desempeñado recientemente como subdirectora del Centro Médico Carmel, y es miembro de la junta desde el 2015. Del 2010 al 2013 fue la epidemióloga del estado de New Hampshire. Se une al ministerio después de que el zar Ronni Gamzu fuera nombrado la semana pasada para dirigir y coordinar los esfuerzos para frenar el brote del virus.
Las cifras del ministerio muestran que el número de personas diagnosticadas con el virus aumentó en 1 068 y ahora hay 32 052 pacientes activos, de los cuales 321 tienen síntomas serios y 97 están con respiradores.
Las cifras mostraron que el número de enfermos graves (44) ha aumentado constantemente desde el 26 de junio hasta el nivel actual. El número de los que están con respiradores también ha aumentado, de 24 pacientes en esa fecha.
De las 64 649 personas diagnosticadas desde que el brote de virus comenzó a principios de este año, 32 117 se han recuperado.
El número de casos activos reportados por el ministerio se redujo en varios miles en la última actualización debido a que entraron en vigor nuevos criterios que acortan los períodos de cuarentena para los portadores confirmados y los consideran recuperados después de 10 días, incluyendo al menos tres días sin síntomas.
Después de que las cifras del lunes mostraran que las salas de tratamiento de virus en cuatro de los mayores hospitales del país habían superado su capacidad máxima, la sala del Hospital Hadassah Ein Kerem aumentó de 152% a 180% de capacidad. De los otros tres, el Centro Médico Shaare Zedek aumentó del 106% al 108%, el Centro Médico Ichilov se mantuvo en el 110% y el Centro Médico Assaf Harofeh, cerca de Tel Aviv, pasó del 110% al 112% de capacidad.
Como las tasas de infección se han disparado a unas dos mil al día, los críticos han acusado al gobierno de una respuesta tardía al fuerte aumento de los casos y al Ministerio de Salud de no haber llevado a cabo un rastreo efectivo de contactos y sondeos epidemiológicos para contener el brote.