Unos 20 casos de una nueva subvariante que se desarrolló a partir de la variante original de Ómicron han sido descubiertos en Israel, informó Kan el jueves por la noche.
La subespecie, conocida como BA2, se descubrió durante la secuenciación genética de muestras de pacientes con COVID. Contiene más mutaciones que la Ómicron original y puede ser más violenta. Sin embargo, el peligro que supone la nueva subespecie es aún incierto, y la sede de divulgación de coronavirus del Ministerio de Sanidad aclaró que no había pruebas de que BA2 se comportara de forma diferente a Ómicron.
El BA2 se vio por primera vez en China hace unas semanas, y se sospecha que se originó en la India. También se ha observado en Dinamarca, Australia, Canadá y Singapur, informó Kan.
Los científicos citados en el informe de Kan dijeron estar preocupados por este nuevo avance.
En los últimos 10 días, Israel ha alcanzado continuamente un nuevo récord de portadores del virus, pasando de 12.000 al día a 48.000, y los expertos creen que el número real de infectados puede ser mucho mayor.
El número de pacientes graves, aunque sigue siendo limitado, también ha empezado a aumentar. El jueves había 283 pacientes, frente a los 136 de la semana anterior. Además, en los siete días anteriores se clasificaron 284 nuevos pacientes como graves, lo que supone un aumento del 189% respecto a la semana anterior.
Sin embargo, la situación general de los pacientes de Ómicron parece ser mucho mejor que en las oleadas anteriores.
Si la nueva subespecie es realmente más violenta que Ómicron, esto puede causar una enfermedad más grave y aumentar el número de pacientes graves en el hospital. Los investigadores israelíes e internacionales están realizando un seguimiento de la misma.