Un nuevo brote de coronavirus sigue ganando terreno en Israel al diagnosticarse el martes 110 nuevos casos, 14 de los cuales se identificaron entre quienes llegaron a Israel desde el extranjero. De los nuevos casos, 66 se detectaron en el sistema escolar de Israel, donde se infectaron 64 estudiantes y dos miembros del personal.
Israel ha registrado 840.166 casos de coronavirus, incluidas 6.428 muertes, desde que estalló la pandemia mundial en marzo de 2020. Hasta el jueves por la mañana, Israel tiene 554 casos activos del virus, incluidos 26 pacientes en estado grave.
El Ministerio de Salud dijo que de los 45.175 israelíes examinados por el virus el martes, el 0,3% dio positivo.
Como parte de la campaña de vacunación pública de Israel, aclamada mundialmente como un éxito, 5.506.696 israelíes han recibido la primera dosis de la vacuna, y 5.152.668 han sido completamente inmunizados.
La ciudad norteña de Binyamina, donde se confirmaron 108 casos activos esta semana, está ahora clasificada como “naranja” de acuerdo con el “sistema de semáforos” del Ministerio de Salud para clasificar las localidades según el nivel de infección. La ciudad central de Modiin, que también ha visto un brote, es ahora “amarilla”.
Cada clasificación conlleva diversas restricciones a la vida pública, incluidas las reuniones y la cuarentena.
El miércoles, el gobierno restableció el gabinete de coronavirus, según informó el Canal 12 de noticias. El panel especificado estará compuesto por el Primer Ministro Naftali Bennett, el Ministro de Asuntos Exteriores Yair Lapid, el Ministro de Defensa Benny Gantz, el Ministro de Justicia Gideon Sa’ar, el Ministro de Finanzas Avigdor Lieberman, el Ministro de Seguridad Pública Omer Bar-Lev, el Ministro de Salud Nitzan Horowitz, la Ministra de Economía Orna Barbivay, la Ministra del Interior Ayelet Shaked, la Ministra de Educación Yifat Shasha-Biton, el Ministro de Vivienda y Construcción Ze’ev Elkin, y el Ministro de Servicios Religiosos Matan Kahana.
El gobierno dijo que en los próximos días se hará público un plan para detener la variante originalmente detectada en la India.
También el miércoles, el Mando del Frente Interior de las FDI dijo que establecerá siete centros de detección de COVID en los focos del brote. Asimismo, está previsto aumentar el número de centros de recogida de muestras a 30 en todo el país.
Con la mayoría de los nuevos casos que llegan del extranjero, el Comisario de Coronavirus Nachman Ash dijo: “Lo que ha estado ocurriendo en el aeropuerto Ben-Gurion a lo largo [de la pandemia] es un intento de lograr un equilibrio entre la capacidad de salir y entrar en Israel y la capacidad de proteger al público”.
“Es posible que volvamos a necesitar máscaras”, dijo.
En cuanto a la vacunación de los niños, Ash dijo: “La opinión profesional abrumadora era esperar con la vacunación de los niños. Ahora, las cosas han cambiado. Aquí hay morbilidad, y en Estados Unidos se ha vacunado a 2 millones de niños y sabemos que ha ido bien. Podemos ofrecer al público más confianza y llamar a la vacunación”.
“Sabemos cómo se ha comportado el público israelí durante [la pandemia]. Si hubiéramos lanzado una campaña para vacunar a los niños hace unas semanas, no creo que hubiéramos conseguido las cifras que hubiéramos querido. Ahora la situación ha cambiado”, dijo.
Hasta ahora se han vacunado unos 28.000 adolescentes israelíes de entre 12 y 15 años.
El profesor Arnon Afek, director general adjunto del Centro Médico Chaim Sheba de Tel Hashomer, dijo: “La decisión de llevar una máscara en un espacio cerrado se deriva de los niveles de morbilidad de la población. Esto nos lleva a los días de marzo de 2020, cuando hubo una etapa en la que la morbilidad se concentraba [en ciertos lugares] y hasta la situación en la que se había extendido entre la población”.
“En esta etapa en la que se sitúa la morbilidad podemos focalizar el tema de la mascarilla en lugares donde hay un brote, como una comunidad o una escuela”, continuó. “Otro lugar en el que tiene lógica el uso de mascarillas es un lugar en el que se supone que hay una mayor morbilidad, como el aeropuerto Ben-Gurion, y las instituciones en las que se quiere proteger a las personas inmunodeprimidas que no se quieren infectar, como las escuelas o las residencias de ancianos. En mi opinión, debemos pasar a una decisión global solo cuando haya una propagación en la población general que se exprese en un aumento de la tasa de infección positiva”, dijo.
En cuanto a los informes de que las personas vacunadas que entraron en contacto con un paciente infectado con la variante detectada por primera vez en la India tendrán que entrar en cuarentena, Afek dijo que la vacunación “es eficaz para prevenir la morbilidad general y más del 94% [eficaz] para prevenir la morbilidad. Toda la literatura médica apunta a que la vacuna realiza un excelente trabajo de protección [contra el coronavirus], incluida la variante india”.
Dijo: “También sabemos que los vacunados pueden infectarse. La buena noticia es que, por lo que sabemos, no enferman tan gravemente e infectan menos a los demás. No sé cuál es el motivo para decidir que los [individuos] vacunados también entren en cuarentena”.
La Policía de Israel intensificará la aplicación de la ley en el aeropuerto Ben-Gurion, centrándose especialmente en el enmascaramiento y la entrada en cuarentena al entrar en el país desde el extranjero. Se han aumentado las multas para hacer frente al problema, de modo que las personas mayores de 12 años a las que se sorprenda infringiendo la cuarentena pagarán 5.000 shekels (unos 1.500 dólares). Se han reclutado unos 270 agentes para ayudar a hacer cumplir las cuarentenas.
Desde el aeropuerto Ben-Gurion, tras el aumento de casos entre los que regresan del extranjero, el primer ministro Naftali Bennett recomendó a los israelíes que no viajaran al extranjero en el futuro inmediato. Señaló que el aeropuerto permanecería abierto.
Todos los pasajeros que entren en el aeropuerto serán sometidos a pruebas rápidas de coronavirus, dijo.
Tras señalar las largas colas que se han producido en las últimas semanas, Bennett dijo que había ordenado más puestos de pruebas.
“Hemos aumentado los puestos de pruebas de 30 a 70, y podremos ampliarlos según sea necesario para que las colas no sean demasiado largas”, dijo.
“No tenemos que entrar en pánico. Ahora mismo lo estamos haciendo bien. Sólo depende de su comportamiento”, dijo.
Las ideas planteadas por los ministros del gobierno para evitar la importación de variantes del coronavirus incluían separar las llegadas de los países de alto riesgo y hacer que esos vuelos aterrizaran en una terminal separada, así como mantener los viajes extranjeros a Israel fuera del país hasta principios de agosto en lugar de julio, como estaba previsto inicialmente.
El miércoles, el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, anunciaron que las FDI ayudarían a establecer una estación para realizar pruebas simultáneas y rápidas a cientos de personas en el aeropuerto Ben-Gurion.
Los israelíes han estado viajando al extranjero a un ritmo cada vez mayor, con un récord de 30.000 personas que tomarán los cielos en un día esta semana.
A pesar de los esfuerzos por frenar la propagación del virus, siguen aterrizando en Israel vuelos procedentes de Rusia e India, dos de los países con mayor índice de infección. Bastantes israelíes han seguido viajando a esos destinos prohibidos volando primero a otro destino. Las autoridades israelíes no han comprobado los sellos de los pasaportes y, por tanto, no saben dónde han estado exactamente los viajeros israelíes.
Aunque el gobierno ha adquirido decenas de miles de brazaletes de control electrónico para ayudar a imponer la cuarentena entre los que regresan del extranjero, todavía no se han puesto en práctica.