Los datos del Ministerio de Sanidad publicados el jueves indicaban que la ola de infecciones por el coronavirus Omicron seguía disminuyendo.
El número de pacientes graves persiste en el descenso gradual observado en los últimos días y se sitúa en 1.123. El domingo se registró el mayor número de casos graves desde el inicio de la pandemia, 1.263. De los que se encontraban en estado grave, 274 estaban conectados a respiradores.
En total, 2.525 personas fueron hospitalizadas con COVID-19, de las cuales 344 estaban en estado crítico, según los datos del ministerio.
Los datos del Ministerio de Sanidad publicados el jueves indicaban que la oleada de infecciones por coronavirus impulsada por Omicron seguía disminuyendo.
El ministerio dijo que los casos graves eran mucho más comunes entre los no vacunados: Entre los pacientes de 60 años o más que no estaban vacunados, se produjeron 388,5 casos graves por cada 100.000 personas, frente a sólo 31,4 para sus compañeros vacunados.
El miércoles se diagnosticaron 36.835 nuevos casos de coronavirus, lo que eleva el número total de casos activos a 324.802.
Con 146.599 pruebas realizadas el miércoles, la tasa de positividad de las pruebas se situó en el 25,13%, un ligero aumento con respecto al día anterior, pero todavía menor que el sábado, cuando el país registró su mayor tasa de positividad desde el comienzo de la pandemia, el 28,79%.
La tasa de transmisión (que mide el número medio de personas a las que cada persona infectada contagia el virus) siguió descendiendo, alcanzando un valor de 0,77, su cifra más baja desde octubre.
La tasa de transmisión se basa en datos de 10 días antes y cualquier valor inferior a 1 indica que la pandemia se está reduciendo. En diciembre el valor se disparó a 2,12, pero desde entonces ha ido en descenso.
El número de muertos desde el inicio de la pandemia se situó en 9.370, con 14 víctimas mortales el miércoles. Según los datos del ministerio, 293 personas murieron por COVID-19 en la última semana.
Un alto funcionario del Ministerio de Sanidad no identificado, citado por la emisora pública Kan, dijo el miércoles que aunque la ola de infecciones, la quinta del país, estaba disminuyendo, probablemente tardaría varias semanas en remitir.
Otro alto funcionario no identificado citado por Kan advirtió que la actual oleada podría no ser la última y que el país debería estar preparado para una posible sexta, ya que no se descarta una mutación más letal del coronavirus.