Un video exhibe el lanzamiento de una granada propulsada por cohete en medio de un conflicto entre grupos delictivos. La Policía de Israel arrestó a un individuo el miércoles, sospechoso de haber disparado una granada propulsada por cohete hacia una zona residencial en Tuba-Zangariyye, una localidad beduina en el norte del país. El lanzamiento del cohete, ocurrido varios días atrás, fue registrado en video y compartido como una aparente advertencia por parte de una organización criminal hacia un rival, en medio de una disputa.
Luego de la difusión del video, las autoridades policiales iniciaron una investigación que condujo al arresto del sospechoso, un joven de 19 años que reside en la ciudad y que tiene vínculos con uno de los grupos delictivos, según informaron los medios hebreos. En el clip se observa a una persona parada en la oscuridad de la noche, con una zona residencial de fondo, mientras el cohete se dispara desde el lanzador en un ángulo pronunciado hacia el cielo. No se reportaron heridos ni daños en el incidente.
Hace dos meses, durante obras de remodelación en una escuela primaria de la ciudad, se descubrieron ocho proyectiles de mortero escondidos, aparentemente almacenados en el lugar por una banda criminal. Este incidente de granadas propulsadas por cohetes ocurre en medio de una ola de crímenes violentos que ha afectado a la comunidad árabe en los últimos años. El miércoles, se encontraron cuatro hombres muertos a tiros en tres incidentes distintos, elevando el número de asesinatos en la comunidad árabe este año a 171, de acuerdo con el grupo de defensa antiviolencia Abraham Initiatives, en comparación con los 75 asesinatos registrados el año anterior en el mismo período.
Las autoridades han atribuido este aumento de la criminalidad a la creciente presencia de delincuencia organizada y a la proliferación de armas, mientras que algunos han señalado la falta de cooperación de las comunidades con las fuerzas del orden para combatir a los criminales. El martes, la comunidad árabe se declaró en huelga, y los líderes municipales solicitaron la creación de un comité de emergencia para hacer frente a la continua ola de delincuencia.
Tanto el Comité Nacional de Jefes de Autoridades Locales Árabes como el Comité Superior de Supervisión Árabe responsabilizaron al gobierno israelí por la oleada de asesinatos en la comunidad árabe, acusándolo de negligencia hacia los ciudadanos árabes israelíes. Durante la huelga, las autoridades locales, los centros comunitarios y las empresas cerraron sus puertas, y se redujo la jornada escolar.