El Primer Ministro Benjamin Netanyahu confirmó el miércoles su participación en una reunión del Comité Especial para la Erradicación del Delito en la Sociedad Árabe encabezado por MK Mansour Abbas (Lista Conjunta), prevista para el 9 de noviembre.
El comité discutirá la promoción de los planes gubernamentales para erradicar el crimen y la violencia en la sociedad árabe, a la luz de los crecientes índices de criminalidad en el sector árabe que continuaron aumentando durante el año 2020.
Los recientes esfuerzos por redactar un esquema ajustable y amplio para hacer frente a la situación han fracasado. Entre ellos figuran los realizados por el comité especial encabezado por Abbas, así como por el equipo especial de directores generales ministeriales, establecido en noviembre de 2019 por Netanyahu, con el fin de elaborar un plan eficaz para combatir el fenómeno de la violencia en el sector árabe.
La reunión de la semana próxima tendrá por objeto lograr avances mediante la adopción de decisiones sobre iniciativas prácticas para invertir la situación. Abbas ha dicho que espera que Netanyahu dirija el equipo de directores generales ministeriales para que trabaje junto con el comité especial y con el presidente del Comité de Autoridades Locales Árabes para consolidar un plan final que pueda ser aprobado por el gobierno.
Durante una reunión del Comité Especial para la Erradicación del Crimen en la Sociedad Árabe en junio, Abbas definió la naturaleza problemática de abordar el desafío.
“Los conflictos (en la sociedad árabe) no son solo entre organizaciones delictivas, también pueden ser entre dos familias. La violencia social y la delincuencia organizada están pisoteando la seguridad personal de los ciudadanos árabes del país, que ha sido descuidada durante años para ahorrar el dinero del Tesoro del Estado”, dijo Abbas en ese momento.
La semana pasada, el gobierno anunció que seguirá apoyando el plan 922 que se espera tenga efectos dramáticos en la sociedad árabe de Israel. De acuerdo con el plan, extendido por un año más, el Estado invertirá 4.700 millones de NIS en el sector árabe. El presupuesto se destinará al desarrollo de nuevas infraestructuras y a la mejora de las existentes, así como al aumento del presupuesto de educación del sector.