Tova Salomon reaccionó ante la noticia de que las FDI habían destruido la casa del terrorista islámico de Halamish, Omar al-Abed con sentimientos encontrados. “Algún día podrán reconstruir su casa, mi hogar nunca podrá ser reconstruido”, dijo al Canal 2.
Salomon, cuyo esposo, hijo y su hija fueron asesinados en un atentado terrorista la noche del viernes en Halamish, visitó la escena del ataque para recoger cosas que había dejado. Ella ha jurado nunca volver a poner los pies dentro de esa casa después de la masacre que se desarrolló allí.
Salamon dice que mientras ella se complace de que la casa haya sido destruida, todavía desea que las FDI hayan ido más allá. “Es bueno que haya sido destruida”, dijo. “Creo que deberían haber demolido la casa con todo lo que hay en ella no quitar nada y solo demolerla tal cual”.
“Lo mejor sería matar a los terroristas y expulsar a la familia a Gaza porque los padres sabían lo que tenía la intención de hacer”, continuó. “El Comandante de la Brigada Regional de Binyamin me dijo – sabían y no lo detuvieron, no llamaron a nadie ni dijeron nada”.
Las fuerzas de seguridad arrestaron a cinco miembros de la familia de Al-Abed a principios de esta semana basados en sospechas de que sabían de sus intenciones.
La madre del terrorista fue detenida previamente y acusada de incitación por alabar el acto asesino de su hijo.
Según Salomón, la única manera de disuadir a los terroristas es instituyendo la pena de muerte. “Necesitamos una pena de muerte para que los terroristas no puedan establecer una familia”.