Según un informe del Wall Street Journal, Hamás logró financiar su ejército terrorista y el ataque masivo del 7 de octubre gracias a un individuo apodado “el director general de Hamás”.
Este individuo, identificado como Zaher Jabarin, es responsable de las relaciones financieras de Hamás con sus patrocinadores iraníes y de asegurarse de que los fondos de Irán lleguen a la Franja de Gaza bajo el control de Hamás.
El exfuncionario de seguridad israelí Uzi Shaya lo describió como alguien que “maneja todas las finanzas de Hamás fuera de Gaza” y lo denominó “el CEO de Hamás”.
Los esfuerzos de Jabarin han generado un imperio inmobiliario valuado en unos 500 millones de dólares y han aportado cientos de millones de dólares a Hamás en los últimos años, según evaluaciones estadounidenses. Se cree que el ataque del 7 de octubre no habría sido posible sin los fondos que proporcionó.
Para evitar sanciones occidentales por financiamiento del terrorismo, Jabarin operó en varios países, incluyendo Arabia Saudita, Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Sudán y Turquía, donde residió en los últimos años. También financió directamente ataques terroristas en Judea y Samaria.
Estados Unidos impuso sanciones a Jabarin en 2019 por su participación en actividades de financiamiento del terrorismo y lavado de dinero. Además, tenía una relación cercana con Saleh al-Arouri, el segundo funcionario de mayor rango en Hamás, quien fue asesinado en Beirut.
El informe sugiere que el imperio financiero internacional construido por Jabarin para Hamás podría mantenerse incluso si se destruyera por completo el dominio de la organización terrorista en Gaza, proporcionando abundantes recursos para la reconstrucción.
Jabarin fue uno de los más de 1,000 terroristas liberados como parte del acuerdo para la liberación de Gilad Shalit en 2011, tras cumplir condena por el asesinato de un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Posteriormente, se unió nuevamente al terrorismo.
Además, ha estado involucrado en los intentos de Hamás por liberar a otros terroristas detenidos en prisiones israelíes y en las negociaciones para intercambiar rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre por terroristas condenados en cárceles israelíes.
Matthew Levitt, exfuncionario del Tesoro de Estados Unidos que trabaja actualmente en el Washington Institute for Near East Policy, destacó la posición de “gran confianza y autoridad” de Jabarin dentro de Hamás.
Zaher Jabarin jugó un papel crucial en financiar a Hamás, asegurando que los fondos iraníes llegaran a la Franja de Gaza. Creó un imperio inmobiliario de $500 millones, aportando cientos de millones a Hamás, vital para sus operaciones.
En 2019, Estados Unidos sancionó a Zaher Jabarin por su involucramiento en financiamiento del terrorismo y lavado de dinero, reconociendo su papel clave en las operaciones financieras de Hamás.
Zaher Jabarin mantenía una relación cercana con Saleh al-Arouri, el segundo al mando en Hamás, resaltando su influencia y posición de autoridad dentro de la organización.
El ataque del 7 de octubre por parte de Hamás fue financiado significativamente por Zaher Jabarin. Su aporte económico fue esencial para la realización de esta operación.
Tras ser liberado en el intercambio por Gilad Shalit en 2011, Jabarin intensificó sus actividades con Hamás, reafirmando su compromiso y aumentando su influencia en la organización.