Un estudio preliminar realizado por la Facultad de Educación de la Universidad Bar-Ilan (BIU) de Ramat Gan ha encontrado que el coeficiente intelectual de adultos con discapacidad intelectual leve puede mejorarse mediante la educación universitaria.
En comparación con un grupo de control de 12 adultos con el mismo nivel de inteligencia y estilo de vida que no participaron en educación postsecundaria (PSE), los 12 adultos que participaron en PSE mostraron una mejora significativa en su CI después de cuatro años y medio de participación. El CI del grupo de control se mantuvo estable.
Un programa universitario para la discapacidad intelectual
El Proyecto de Potenciación, un programa universitario creado por la profesora de BIU Hefziba Lifshitz, tiene como objetivo mejorar la educación de adultos con discapacidad intelectual.
El programa se basa en la Teoría de la Edad de Compensación de Lifshitz, que establece que la edad cronológica, en lugar de la edad mental, es esencial para determinar la capacidad cognitiva de las personas con discapacidad intelectual.
El proyecto incluye a 120 adultos con discapacidad intelectual de todos los niveles, tanto leves como graves, que reciben cursos universitarios adaptados a sus necesidades.
Resultados del estudio
Los resultados del estudio, publicados en la revista European Journal of Special Needs Education, muestran que el CI de los participantes que recibieron educación universitaria superó el punto de corte de la definición de discapacidad intelectual en cinco de los 12 adultos estudiados.
Se cree que solo tres personas más en el mundo con discapacidad intelectual han obtenido un título universitario. Además, el proyecto Empowerment, que se desarrolla como parte del programa, ofrece una oportunidad para que los adultos con discapacidad intelectual desarrollen y maximicen su potencial en etapas posteriores de su vida.
Una ventana de oportunidad para una educación adicional y significativa
La teoría de Lifshitz indica que la inteligencia de las personas con discapacidad intelectual alcanza su punto máximo alrededor de los 40-45 años, lo que sugiere que hay una ventana de oportunidad para una educación adicional y significativa.
La participación en programas universitarios para adultos con discapacidad intelectual, como el Proyecto de Potenciación, puede mejorar el potencial de estas personas y ofrecer una oportunidad para que se desarrollen y maximicen su potencial.
Comprensión y valoración del potencial de las personas con discapacidad intelectual
Es importante comprender y valorar el potencial y las capacidades únicas de las personas con discapacidad intelectual. La educación universitaria adaptada a sus necesidades puede mejorar significativamente el coeficiente intelectual y proporcionar una ventana de oportunidad para una educación adicional y significativa, lo que permitirá a los adultos con discapacidad intelectual desarrollar y maximizar su potencial en etapas posteriores de su vida.
Promover la inclusión y desafiar los estereotipos son aspectos fundamentales para garantizar una sociedad más inclusiva y equitativa. El Proyecto de Potenciación ha demostrado que, además de mejorar el coeficiente intelectual, la participación en programas universitarios tiene un impacto positivo en la autoestima de las personas con discapacidad intelectual.
Los estudiantes se sienten más incluidos y valorados, lo que se refleja en su comportamiento y lenguaje corporal. En el campus universitario, se sienten parte de la comunidad académica y tienen la oportunidad de desarrollar relaciones sociales en un entorno enriquecedor.
Derecho fundamental a la salud
La accesibilidad a la educación terciaria, tal como se establece en la convención de las Naciones Unidas, es un derecho fundamental para las personas con discapacidad. El Proyecto Empowerment y programas similares abren puertas y crean oportunidades para que estas personas adquieran conocimientos, desarrollen habilidades y se integren plenamente en la sociedad.
Al adaptar los cursos y proporcionar apoyo académico adicional, se fomenta el crecimiento intelectual, la motivación y la capacidad de superar desafíos.
Aunque el estudio preliminar se basa en una muestra pequeña, sus resultados son alentadores y sugieren que el aumento en el coeficiente intelectual puede ser sostenible a largo plazo. Se necesitarán pruebas de seguimiento para evaluar la evolución de los estudiantes y determinar si continúan mostrando un crecimiento en su inteligencia.
Resumen
El programa universitario para adultos con discapacidad intelectual ha demostrado ser una herramienta efectiva para mejorar el coeficiente intelectual y promover la inclusión social. Es fundamental comprender y valorar el potencial de estas personas, desafiando los estereotipos y brindando oportunidades educativas significativas. La educación adaptada a sus necesidades permite el desarrollo y maximización del potencial de las personas con discapacidad intelectual, contribuyendo a una sociedad más inclusiva y equitativa para todos.