Esta semana, la familia de la periodista Shireen Abu Akleh presentó una denuncia formal por su muerte ante la Corte Penal Internacional (CPI).
La nueva información de la familia, que afirma que demuestra que los soldados israelíes “atacaron deliberadamente” a la corresponsal palestino-estadounidense de Al Jazeera, fue incluida en el caso.
“Las pruebas son sustanciales. Desde la muerte de Shireen han pasado más de cuatro meses. La justicia no debería tener que esperar un día más para nuestra familia”, según un comunicado.
Continuó diciendo que los criminales de guerra israelíes son incapaces de investigar sus propios crímenes. Estados Unidos sigue teniendo el deber de investigar la situación y tomar las medidas adecuadas para uno de sus nacionales. En cambio, el papel de la comunidad internacional es defender a los ciudadanos cuando un Estado no lo hace.
El experimentado reportero fue herido en la cabeza el 11 de mayo mientras cubría un tiroteo entre soldados israelíes y terroristas palestinos cerca de la zona de Jenin, en el norte de Judea y Samaria.
A pesar de su propia investigación y del hecho de que la bala en cuestión fue “con mucha probabilidad” disparada por un arma de las FDI, el ejército israelí rechaza las afirmaciones de que el experimentado periodista era un objetivo intencionado. Esto es así a pesar de que Abu Akleh llevaba un chaleco y un casco con la palabra “prensa” escrita.
Las pruebas que la familia Abu Akleh adjuntó a la presentación ante la CPI fueron hechas públicas el martes por Al-Haq y la empresa de investigación londinense Forensic Architecture. Al-Haq es una organización de derechos palestinos que el ejército israelí ha incluido en su lista negra por sus presuntos vínculos con la organización terrorista FPLP.
El informe incluía imágenes de drones, vídeos geolocalizados, análisis espaciales y acústicos, así como imágenes de vídeo inéditas captadas por otro periodista en el lugar de los hechos.
En respuesta al artículo, las FDI declararon a The Times of Israel que cuestionan la afirmación de que Abu Akleh fue disparada a propósito y que la nueva investigación era “tendenciosa y engañosa”.
La investigación interna de las FDI ha suscitado las críticas de los familiares de la periodista, que afirman que el ejército “intentó ofuscar la verdad y eludir la responsabilidad” por la muerte.
Según las organizaciones de derechos, las investigaciones israelíes sobre los palestinos muertos por disparos a veces se prolongan durante meses o años antes de ser cerradas discretamente y que los soldados rara vez son considerados culpables.
La CPI decidió en 2021 que tiene autoridad para investigar presuntos crímenes en Judea y Samaria y Gaza. Israel, que no es parte de la sentencia de la CPI, no está de acuerdo con ella.