Un grupo de familiares de algunos de los rehenes retenidos por terroristas en Gaza celebran una conferencia de prensa con dirigentes republicanos estadounidenses en el Capitolio.
Doris Liber, ciudadana estadounidense, cuenta la historia de su hijo Guy Illouz, de 26 años, que se cree que está entre los rehenes de Gaza.
Liber afirma que habló por última vez con su hijo después de que recibiera un disparo en el brazo durante la masacre de Hamás en el festival de música de Re’im el 7 de octubre, y que no ha vuelto a saber de él desde entonces.
“Estoy aquí porque han pasado 30 días. Cada día es como una eternidad para mí, y no puedo esperar más”, dice, rompiendo a llorar mientras el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, permanece solemne detrás de ella.
“Sé que le dispararon. No tenemos una lista, no tenemos sus condiciones, no tengo nada”, dice, ahogándose. “Necesito vuestra ayuda. Soy parte de tu pueblo, tú eres parte de Israel. Estoy muy orgullosa de ser estadounidense, pero ahora os necesito”.
La semana pasada, recibió una llamada de una mujer que afirmaba estar trabajando para liberar a su hijo, pero que necesitaría una lista con su información privada y le dijo a Liber que no contara a nadie la llamada. Las autoridades israelíes le dijeron después que eran “juegos mentales”.