El miércoles, las familias de los rehenes israelíes retenidos en Gaza se congregaron en la plaza de Tel Aviv. Este lugar ha sido escenario de sus manifestaciones durante más de un año, coincidiendo con el anuncio del acuerdo con Hamás para cesar los combates y repatriar a los cautivos.
Tras 15 meses de cautiverio, se prevé que el domingo llegue a Israel el primer grupo de 33 rehenes. Luego, aproximadamente en dos semanas, se iniciarán las negociaciones para liberar a los 65 restantes.
El grupo inicial, compuesto por niños, mujeres, hombres mayores de 50 años, heridos y enfermos, será liberado en un lapso de seis semanas. Sin embargo, aún persiste la incertidumbre sobre quiénes de la lista siguen con vida.

La organización Bring Them Home, que representa a las familias, emitió un comunicado describiendo el acuerdo como un alivio y alegría inmensos. Pese a ello, la duda y el agotamiento dominan a muchos mientras aguardan noticias sobre sus seres queridos.
“Es como una montaña rusa”, expresó Yosi Shnaider, prima de Shiri Bibas, secuestrada junto con su esposo Yarden y sus hijos Ariel y Kfir, de 4 años y 10 meses respectivamente, en el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
La liberación en fases, extendida por semanas, añade una carga emocional a las familias, que ven prolongada la espera por el retorno de sus seres queridos. “Las familias están al límite”, añadió Shnaider. “Es difícil describir lo desgarrador que es”.

Entre los casos más destacados están Ariel y Kfir Bibas, los últimos niños rehenes tras el acuerdo de noviembre de 2023 que permitió el regreso de más de 100 personas de un total de 251 capturadas en la ofensiva de Hamás, que dejó 1.200 muertos en el día más letal de la historia de Israel.
El destino de la familia Bibas acaparó la atención de Israel y del mundo luego de la difusión de un video en el que se mostraba su secuestro. La guerra en Gaza continuó siendo el telón de fondo de esta tragedia.
Acuerdo y perspectivas
Tras meses de negociaciones intermitentes, el acuerdo podría marcar el fin de la guerra. Estados Unidos, bajo la presión de Joe Biden y Donald Trump, contribuyó decisivamente a su consecución, amenazando con represalias si los rehenes no eran devueltos.
la guerra en Gaza ha causado más de 46.000 muertes palestinas, según el Ministerio de Salud controlado por Hamás. La devastación ha generado una crisis humanitaria para más de dos millones de personas en el enclave.
En Israel, la ofensiva militar contra Hamás se saldó con 407 bajas, incluyendo un oficial y un contratista civil en misiones de rescate.

Hamás dio su aprobación al acuerdo el miércoles, y se espera que el gabinete israelí lo ratifique el jueves. Gideon Sa’ar, ministro de Asuntos Exteriores, suspendió su visita a Europa para participar en la votación. “Es la decisión correcta”, afirmó el presidente Isaac Herzog. “Traer a casa a nuestros hijos e hijas es una obligación moral”.
Apoyo y controversia
Las encuestas muestran respaldo mayoritario entre los israelíes al acuerdo, que busca recuperar a los 98 rehenes restantes y terminar una guerra que ha aislado al país internacionalmente. Ariella Cohen, de 18 años, expresó su emoción: “Hemos esperado tanto este momento. Es increíble”.
Sin embargo, hay oposición. Miembros nacionalistas del gobierno y algunas familias de rehenes critican el acuerdo. Alegan que compromete la seguridad a largo plazo y temen que los hombres y soldados en edad militar nunca sean liberados.
“Esto no es un acuerdo, es el infierno”, opinó Daniel Algarat, cuyo hermano Itzhak Elgarat fue secuestrado en octubre. “El gobierno no puede conformarse con una liberación parcial; deben traerlos a todos”