El ejército interceptó a un infiltrado que intentó entrar nadando en Israel desde el Líbano a través del mar durante la noche, según informaron el lunes las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado.
Los vigilantes de las FDI detectaron al sospechoso y se enviaron buques navales.
Las tropas detuvieron al sospechoso cerca del punto en el que cruzó la frontera marítima, dijeron las FDI en un comunicado del lunes. Israel y Líbano no tienen relaciones diplomáticas y están técnicamente en estado de guerra, con una frontera marítima en disputa.
El sospechoso estaba desarmado y fue trasladado para ser interrogado.
Es la cuarta vez en los últimos días que los infiltrados ponen a prueba las fronteras de Israel.
El jueves por la mañana, los soldados detuvieron a dos sospechosos que cruzaron al norte de Israel desde el Líbano, tras una persecución de varias horas, en medio de las crecientes tensiones a lo largo de la conflictiva frontera norte.
Los dos hombres parecían ser emigrantes del Líbano, que entraron en Israel con la esperanza de encontrar trabajo. Fueron interrogados por las fuerzas de seguridad israelíes, dijo el ejército.
Líbano se encuentra en medio de una devastadora crisis económica y política que ha hecho que su moneda toque fondo y que las masas salgan a las calles a protestar.
En la frontera con Jordania también se han producido dos incidentes. El sábado, el ejército jordano mató a tiros a un hombre que se encontraba entre tres personas que intentaban cruzar la frontera con Israel. No está claro qué ocurrió con los otros dos.
El ejército israelí dijo entonces que estaba investigando el asunto y que todo el incidente tuvo lugar en suelo jordano.
El incidente se produjo pocas horas después de que las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel detuvieran a cinco jordanos que habían cruzado la frontera ese mismo día. Tras identificar el cruce del grupo, el ejército lanzó una persecución por la mañana. Uno de los sospechosos fue detenido rápidamente y los otros cuatro fueron capturados cerca del Mar Muerto a primera hora de la tarde.
Los cinco estaban desarmados. El ejército dijo que creía que eran inmigrantes ilegales y que no representaban ningún peligro.