Dos hermanas israelíes con ciudadanía estadounidense desaparecen, avivando temores de un secuestro vinculado a disputas matrimoniales.
Visita a Israel: Un viaje con consecuencias inesperadas
Las jóvenes, identificadas como Sarah, de 12 años, y Liva, de 8 años, habían llegado a Israel hace una semana. Esta visita tenía como objetivo reunirse con su madre y abuela en Gedera, planificando un viaje de solo 10 días.
A pesar de la breve duración de su estancia, la situación tomó un giro preocupante. Ofer, padre de las niñas y también con doble nacionalidad, se alarmó tras recibir mensajes inquietantes de su hija mayor.
Decidido a esclarecer la situación, Ofer viajó a Israel. Sin embargo, al llegar, descubrió que sus hijas no estaban por ninguna parte, lo que le llevó a presentar una denuncia ante las autoridades locales.
Señales alarmantes tras la desaparición
Complicando aún más el asunto, las líneas telefónicas de la madre y las hijas fueron desconectadas pocas horas después de la desaparición reportada. Una situación que aumentó la preocupación y el temor de Ofer.
En un intento de encontrar respuestas, el padre trató de comunicarse con la abuela materna. Sin embargo, se le informó que ella se encontraba de vacaciones en Tiberíades y que desconocía el paradero de Sarah y Liva.
Este conjunto de eventos alarmantes han llevado a las autoridades y a la familia a considerar la posibilidad de un secuestro.
Decisión judicial: Un secuestro oficialmente reconocido
La situación de las hermanas no solo ha generado preocupación a nivel familiar, sino también a nivel legal. Un tribunal de Pensilvania había aprobado el viaje de las niñas a Israel, pero bajo condiciones estrictamente definidas.
Cualquier incumplimiento del acuerdo establecido por el tribunal se consideraría como un acto de secuestro. Dada la desaparición y las circunstancias que la rodean, las niñas son oficialmente reconocidas como secuestradas.