El presidente Isaac Herzog acepta las credenciales del embajador estadounidense Jack Lew, cuya confirmación como nuevo enviado estadounidense en Jerusalén se aceleró debido a la guerra en curso entre Israel y Hamás.
“Una crisis es siempre el momento en que te recuerdan quiénes son tus amigos. Esto es cierto para las personas y para los países. Hablo en nombre de todos los israelíes cuando digo que nunca la amistad de Estados Unidos ha sido más evidente o más valorada que hoy”, dice Herzog a Lew durante una ceremonia en la Residencia del presidentea.
“Estamos agradecidos por todo lo que Estados Unidos de América ha hecho por nosotros y está haciendo mientras hablamos. Nunca lo olvidaremos”, añade Herzog.
El presidente dice que Lew asume su cargo de embajador en “un momento crucial para Israel y la región, quizá para el mundo”, citando las masacres del 7 de octubre perpetradas por Hamás “que cambiaron este país para siempre”.
“Esta guerra va mucho más allá de Israel y Hamás”, continúa Herzog. “Se trata de si el mundo aceptará la violación de nuestros valores básicos como seres humanos”.
Hablando después de Herzog, Lew dice que “estos no son tiempos normales”.
“Este último mes ha puesto a prueba a Israel y también ha demostrado que el vínculo entre nuestras naciones es inquebrantable. Como dos grandes democracias, compartimos valores que subyacen en nuestra forma de tomar decisiones y explican por qué seguimos tan unidos”, afirma.
Lew añade que ese mismo día se reunió con las familias de los rehenes retenidos por Hamás: “No hay palabras para explicar el dolor que sienten y que compartimos”. Dice que trabajar para asegurar su liberación será una “prioridad máxima”.
“Estados Unidos está con ustedes, trabajaremos juntos y nuestra determinación sigue siendo firme”, afirma Lew.