En los últimos días, las autoridades israelíes han arrestado o imputado a varios ciudadanos árabes bajo sospecha de vínculos con organizaciones terroristas activas en Judea y Samaria. Entre ellos, seis hombres enfrentan cargos por canalizar fondos desde Turquía hacia grupos como Hamás.
Las detenciones ocurrieron durante el último mes y los implicados han sido acusados de contacto con agentes extranjeros y utilización de activos terroristas. Un informe conjunto del Shin Bet y la Policía señaló que los fondos transferidos alcanzan varios millones de shekels. Fadi Arabi, residente de Arraba, habría reclutado a los demás sospechosos, con la ayuda de su hermano Nassim Arabi, quien reside en Turquía.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha mostrado su respaldo a Hamás, grupo con el que Ankara mantiene lazos históricos. Según las autoridades israelíes, Hamás dirigió desde Turquía un atentado suicida perpetrado en Tel Aviv en agosto pasado.
El viernes, la policía anunció la detención de dos hombres en Galilea por planear ataques en coordinación con las Brigadas Tulkarem. Nur Shabaat, de Nahf, y Amir Kaywan, de Deir al-Assad, fueron capturados en marzo. Durante los interrogatorios, Shabaat confesó haber solicitado a Kaywan que ejecutara apuñalamientos contra fuerzas de seguridad en el Monte del Templo durante el Ramadán.
La operación antiterrorista Muro de Hierro, iniciada el 21 de enero, ha intensificado la presión sobre focos de actividad terrorista en el norte de Judea y Samaria. Desde Jenín, la campaña se ha extendido a Tulkarem, Far’a, Nur Shams y recientemente a Nablús.
Además, a finales de marzo, fue arrestado un joven de 17 años de Jisr az-Zarqa por planear un atentado en nombre del Estado Islámico. Las autoridades encontraron documentos sobre fabricación de explosivos y confirmaron que había jurado lealtad al grupo varias veces. También en marzo, Kamel Nashef, de Taybeh, fue detenido por jurar lealtad a ISIS y por colaborar con terroristas enviando información sobre movimientos de tropas.
Desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, el ejército ha detenido a cerca de 6.000 palestinos en Judea y Samaria, de los cuales más de 2.350 están vinculados con Hamás. Según el Ministerio de Salud palestino, más de 900 palestinos han muerto desde entonces. Las FDI aseguran que la mayoría eran hombres armados, terroristas o alborotadores.
Durante ese mismo período, 51 personas, incluyendo miembros de las fuerzas de seguridad israelíes, murieron en atentados. Además, otros ocho agentes cayeron en enfrentamientos con terroristas en Judea y Samaria.