Las Fuerzas de Defensa de Israel autorizaron el domingo para su publicación que las fuerzas de seguridad frustraron un intento de introducir de contrabando en Israel explosivos de fabricación iraní procedentes de Jordania el mes pasado.
El intento de contrabando fue frustrado por tropas de la 417ª Brigada Regional de las FDI y miembros de la unidad antiterrorista de la Policía de Fronteras Matilan el 24 de julio en el valle del Jordán, justo al sur del mar de Galilea, cerca del kibutz Ashdot Ya’akov.
Inicialmente, la censura militar permitió la publicación de pocos detalles, incluido el tipo de contrabando incautado por las fuerzas y su origen. El domingo, la censura permitió a los medios de comunicación publicar que las tropas se habían incautado de explosivos de fabricación iraní.
Las autoridades creían que los explosivos estaban siendo transportados para ser utilizados por grupos terroristas en Judea y Samaria. La agencia de seguridad Shin Bet seguía investigando cómo habían llegado los explosivos de fabricación iraní a la frontera entre Israel y Jordania.
El contrabando de armas es un desafío constante para Israel, a lo largo de su extensa y porosa frontera oriental con Jordania, y en Judea y Samaria. Las autoridades creen que la mayoría de las armas se utilizan para delitos del hampa, y han prometido tomar medidas enérgicas como parte de un esfuerzo para poner fin a años de derramamiento de sangre en la comunidad árabe.
El ejército y la policía han redoblado sus esfuerzos para detener los intentos de contrabando a lo largo de la frontera jordana en los dos últimos años, y han empezado a cosechar algunos éxitos.
Según datos policiales, las autoridades de seguridad se han incautado de 506 pistolas, 24 fusiles de asalto y ocho artefactos explosivos en 26 intentos de contrabando en la frontera jordana desde principios de año.
A diferencia de las demás fronteras de Israel -con Egipto, Líbano y Siria-, la frontera con Jordania está en gran parte abierta, a menudo sin vallas significativas, y la vigilancia es limitada, lo que la convierte en un canal fácil para el contrabando a gran escala.
La semana pasada, el Shin Bet reveló que, en julio, cuatro ciudadanos israelíes fueron detenidos por presuntos vínculos con el grupo terrorista libanés Hezbolá, y que supuestamente estaban implicados en el contrabando de artefactos explosivos de fabricación iraní en el país.
Una imagen difundida por el Shin Bet mostraba uno de los artefactos explosivos, parecido a una mina Claymore.
La agencia afirmó que esos explosivos estaban destinados a ser utilizados en atentados del hampa, y no con fines terroristas.