El jueves se diagnosticaron 838 personas con coronavirus, según informó el Ministerio de Sanidad el viernes por la mañana, la cifra más alta en casi dos meses.
Además, la tasa de personas que dan positivo ha empezado a subir, alcanzando el 0,89%. El jueves se realizaron unas 100.000 pruebas.
Por último, la tasa de reproducción o “R”, que indica a cuántas personas infectará un enfermo, sigue manteniéndose por encima de uno, lo que significa que la morbilidad se está extendiendo. El viernes por la mañana, el Ministerio de Sanidad lo situaba en 1,07.
La única cifra que sigue disminuyendo es la de hospitalizaciones: 79 personas estaban en estado grave y sólo 42 fueron intubadas. Israel se situó por debajo de los 100 casos graves la semana pasada. Esto es probablemente una señal de que las vacunas están funcionando para evitar la enfermedad grave, aunque no la infección.
Sólo una persona vacunada menor de 60 años está hospitalizada, según los datos del ministerio.
Además, hay 20,5 de cada 100.000 personas mayores de 60 años no vacunadas en estado grave en el hospital, frente a sólo 0,5 que están vacunadas.
En un esfuerzo por detener la propagación del virus, el gobierno amplió el cierre del aeropuerto Ben-Gurion a los extranjeros hasta el 29 de diciembre. Se suponía que el esquema del Pase Verde se iba a poner en marcha en los centros comerciales de todo Israel el viernes, pero debido a la oposición de los minoristas y dentro del gobierno, la política no pudo finalizarse.
Parece que el país pasará a un esquema “estricto” de Pase Verde en los centros comerciales interiores del país, que implicará el distanciamiento social y la reducción del número de personas en un espacio determinado. Además, sólo las personas con Pases Verdes podrán comer en los patios de comidas.
Se supone que las decisiones finales se tomarán el viernes.