La tasa de resultados positivos de las pruebas que identifican la infección por coronavirus fue el lunes la más baja de los últimos cuatro meses, según las cifras del Ministerio de Sanidad.
Fue el último indicio de que la oleada de infecciones por COVID-19, la cuarta que experimenta el país desde el inicio de la pandemia el año pasado, seguía disminuyendo.
De las 98.602 pruebas realizadas el lunes, solo el 0,88% mostró infección. La última vez que el porcentaje fue tan bajo fue el 29 de junio. En total, 866 personas fueron diagnosticadas con COVID-19, dijo el ministerio.
Las cifras publicadas el martes por la mañana mostraban que había 11.439 pacientes activos en el país, de los cuales 249 presentaban síntomas graves, la cifra más baja desde el 4 de agosto. El número de enfermos graves se considera un indicador clave de la gravedad de las oleadas del virus, ya que son los pacientes que requieren atención hospitalaria, lo que exige recursos médicos.
La cifra de reproducción del virus, que indica a cuántas personas transmite el virus cada infectado, se ha mantenido por debajo de 1 durante más de un mes, según los datos del ministerio. Una cifra inferior a 1 muestra que la propagación del virus está disminuyendo; los valores superiores a 1 indican que está creciendo.
El número de muertos es de 8.062 desde el inicio de la pandemia a principios del año pasado.
Además de aplicar algunas restricciones a la vida pública y a la asistencia a locales, el gobierno hizo de la vacunación un eje central de su estrategia para frenar la cuarta oleada, que comenzó en julio.
En agosto, Israel se convirtió en el primer país en ofrecer una tercera vacuna a su población general como refuerzo a las dos dosis de inoculación de Pfizer-BioNTech que está utilizando.
Hasta ahora, 6.222.551 personas tienen al menos la primera dosis de la vacuna, de las cuales 5.718.253 han recibido las dos vacunas, y 3.915.254 también el refuerzo.
Aunque solo los mayores de 12 años tienen derecho a la vacunación, el Estado judío está preparado para empezar a vacunar a los niños pequeños tan pronto como la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. lo apruebe. Se espera que la aprobación para los niños de 5 a 11 años llegue en unas semanas.