Israel debería cancelar su sistema de Pase Verde, dijo el martes el ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, mientras el país registraba un nuevo récord de más de 65.000 nuevos casos de coronavirus y unas horas después de que él, el primer ministro Naftali Bennett y el ministro de Salud, Nitzan Horowitz, anunciaran que en los próximos días se distribuirían gratuitamente a los israelíes más de 25 millones de pruebas de antígeno a domicilio.
“No hay ninguna lógica médica y epidemiológica en el Pase Verde, como coinciden muchos expertos”, escribió en Twitter. “Lo que hay es un daño directo a la economía, al funcionamiento diario [del país] y además una contribución significativa al pánico entre el público. Estoy trabajando con todas las partes para eliminar el Pase Verde y preservar una rutina normal para todos”.
Según el esquema del Pase Verde, sólo las personas vacunadas, recuperadas o sometidas a pruebas en el día anterior -o 72 horas en casos concretos- pueden acceder a diversas actividades y lugares -y en algunos casos a su lugar de trabajo-.
Con el auge de la variante Ómicron, el número de contagios y reinfecciones (personas que contraen el virus a pesar de estar vacunadas o recuperadas) se ha disparado.
Hasta ahora, los funcionarios y expertos sanitarios -entre ellos el Director General del Ministerio de Sanidad, el profesor Nachman Ash- han dicho que la inoculación y la recuperación siguen ofreciendo cierto grado de protección y que, por tanto, debe mantenerse el sistema de pases verdes.
Sin embargo, también reconocieron que en algún momento podría ser necesario reexaminar la cuestión.
Si se suprimiera el pase verde, como pide Liberman, representaría uno de los cambios más drásticos en la forma en que el país ha estado gestionando la pandemia.
Anteriormente, Ash dijo que Israel aún no había visto el pico de la ola de Ómicron.
“Creo que el pico se producirá dentro de una semana más o menos”, dijo en una entrevista a la radio FM103.
“Sin embargo, también estamos viendo que el número de hospitalizaciones sigue aumentando, pero el incremento se está ralentizando”, dijo.
Hasta el martes, el Ministerio de Sanidad no había publicado datos completos y actualizados sobre las tendencias de la pandemia en Israel desde el domingo por la noche debido a problemas técnicos.
Sin embargo, dijo que el lunes hubo 65.259 nuevos casos y el domingo 62.210. La anterior cifra más alta, registrada el miércoles, fue de 48.095.
Además, hubo 498 pacientes graves, entre ellos 100 personas con respiradores y 13 con máquinas de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO), los casos más críticos. El martes anterior había 219 pacientes graves.
Ash también abordó la decisión de acortar la cuarentena para los individuos infectados de siete a cinco días (con una prueba de antígeno negativa), que entrará en vigor el miércoles.
“El gran número de casos verificados y de aislamientos es muy grave para la economía”, señaló. “Hemos tomado varias precauciones que, en la medida en que se pongan en práctica, reducirán los riesgos, como la prueba que exigimos para salir de la cuarentena, mientras que hasta ahora no era necesario hacerla. Al séptimo día, la gente podía salir sin más. Además, según las directrices, si se tienen síntomas no se sale”.
Según Ash, estas normas ayudarán a reducir el riesgo de que las personas que siguen siendo contagiosas después del quinto día -alrededor del 15%- abandonen la cuarentena.
Subrayó que, al tomar la decisión, las autoridades han tratado de encontrar el equilibrio entre las necesidades médicas y otras consideraciones.
Las pruebas de antígenos en casa se han convertido en la piedra angular de las normas de control y cuarentena aplicadas durante la oleada de Ómicron para permitir que el público se mantenga vigilado.
Para facilitar el acceso a las pruebas, el gobierno decidió distribuir gratuitamente entre 25 y 30 millones de kits.
Según el esquema, cada niño del sistema educativo de 0 a 18 años recibirá seis pruebas. Otros 2,5 millones se distribuirán en geriátricos y residencias de ancianos, mientras que cada familia con ayudas sociales (unas 450.000 familias) recibirá 20 pruebas. Se utilizarán más kits para los ancianos de otros marcos y para hacer pruebas a 350.000 estudiantes universitarios.
“Nos comprometemos a suministrar todas las herramientas para salvaguardar la salud de cada persona en Israel, además de mantener la economía, la educación y la vida junto al coronavirus”, dijo Horowitz. “Paralelamente a los puestos de pruebas en todo el país, tal como prometimos, nos estamos embarcando en un gran esfuerzo para distribuir millones de pruebas gratuitas al público. Hago un llamamiento al público: Utilicen las pruebas. Es sencillo, accesible y gratuito”.