Según los datos facilitados por el Comando del Frente Interior, el número de ciudadanos israelíes sospechosos de ser portadores de la nueva variante Ómicron del coronavirus ha aumentado a 34.
Hasta la fecha, sólo dos israelíes han sido confirmados como portadores de la nueva cepa después de que se secuenciara el virus tras sus pruebas de PCR.
El martes por la mañana, el gobierno autorizó el uso de las herramientas tecnológicas de rastreo para localizar a los ciudadanos sospechosos de estar infectados con la variante Ómicron del COVID. Tres ministros votaron en contra de la decisión: El ministro de Justicia, Gideon Sa’ar (Nueva Esperanza), la ministra de Educación, Yifat Shasha-Biton (Nueva Esperanza), y Eli Avidar (Yisrael Beytenu).
Durante un debate sobre la controvertida decisión en una reunión de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset, se reveló que ya ha comenzado el seguimiento de los presuntos portadores de Ómicron. Aunque admitió que lo ideal sería que el Shabak sólo se utilizara contra ciudadanos sospechosos de actividades terroristas o similares, el fiscal general adjunto concluyó que las circunstancias justificaban el uso de los dispositivos tecnológicos del Shabak, ya que era “la única forma de salvar vidas”.