Un hombre israelí ha sido sentenciado en Madagascar a dos años de prisión por el contrabando de 59 tortugas raras. La condena se produce en medio de un creciente comercio ilegal de reptiles que amenaza el medio ambiente local.
Detalles del caso: descubrimiento y arresto
El ciudadano, que no ha sido identificado públicamente, fue detenido en junio mientras pasaba el control de seguridad en un vuelo de Ethiopian Airlines hacia Bangkok, con destino final en Israel. Los funcionarios encontraron las tortugas envueltas en tela, sin comida ni agua en su maleta.
Las tortugas, identificadas como radiadas y araña, han sido llevadas a un centro de rescate marino. Sacar tortugas raras de Madagascar, hogar de especies únicas, es un delito grave en el país.
El hombre afirmó que creía que estaba permitido transportar los reptiles, y desde su arresto ha permanecido detenido, enfrentando difíciles condiciones en prisión.
Reacción y apoyo financiero: esfuerzos y controversias
Intentando recaudar 270.000 dólares para cubrir los gastos legales y otros costos, el hombre recibió apoyo a través de crowdfunding, incluyendo a figuras prominentes como altos cargos estadounidenses de la secta jasídica Satmar y el ex director general del Ministerio de Defensa de Israel.
Hasta el lunes, la campaña había recaudado 10.918 euros. El abogado israelí del acusado expresó preocupación por la falta de fondos y espera tener éxito en la apelación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel ha intervenido para mejorar las condiciones de su detención, trasladándolo en cuatro ocasiones desde su arresto.
Impacto en la legislación y el medio ambiente de Madagascar
Este caso destaca la seriedad del contrabando de reptiles en Madagascar y sus implicancias en el medio ambiente local. Cada una de las tortugas confiscadas tiene un valor entre 2.500 y 52.888 dólares.
Las autoridades han pedido una pena más severa, subrayando la necesidad de acciones más firmes contra el tráfico ilegal de animales.
El incidente también arroja luz sobre los esfuerzos necesarios para la protección de las especies únicas de Madagascar y la importancia de una legislación adecuada para evitar el contrabando.