Miles de personas llegaron el sábado por la tarde a las protestas de la izquierda contra el gobierno. Algunos de ellos llevaban un centenar de ataúdes de la “Marcha de los Muertos” que llegará a Haifa la próxima semana y pancartas con fotos de los asesinados de la población árabe. Se desplegó una gran pancarta en la que aparecía el matrimonio Netanyahu diciendo “Que arda el país”.
Moshe Radman, uno de los líderes de la protesta, habló en Tel Aviv. “El Estado de Israel fue secuestrado por un gobierno extremista, intolerante, chovinista, corrupto y racista que atacó la democracia israelí con una loca colección de más de 225 leyes”, dijo Radman.
“Han demostrado que no les interesa la disuasión israelí, ni la seguridad, ni la economía de Israel, ni mucho menos la unidad del pueblo. Solo les interesa el dinero, el honor, el poder y los intereses personales y de sus propias comunidades. Los próximos meses serán decisivos. Por un lado, el gobierno destructor tendrá que decidir si archiva las leyes golpistas y sigue actuando dentro de los límites de la legitimidad de un gobierno en un régimen democrático, o si esta nación despierta los arrojará al basurero de la historia”.
La profesora Shikma Bressler habló en el escenario principal de Tel Aviv. “Estamos en medio de la segunda guerra de independencia del Estado de Israel. Contrariamente a las mentiras que difunden Netanyahu y el grupo de extremistas que le rodean, todos sabemos, y todas las encuestas lo demuestran, que el 80% de la opinión pública israelí está en el lado correcto de la historia. Derecha, liberal, centro e izquierda. En el otro lado, menos del 20% es del público que está a favor de una dictadura mesiánica, de un Estado halájico oscuro y racista”. Según ella, “hay un abismo entre nosotros y esta minoría racista mesiánica. Y con los racistas no nos interesa un compromiso. El 80% de los ciudadanos de Israel, nosotros, todos nosotros, estamos interesados en un Estado judío y democrático en el espíritu de la Declaración de Independencia”.
Cientos de personas se manifestaron también en la calle Gaza de Jerusalén, cerca de la residencia oficial del primer ministro Benjamin Netanyahu. Los manifestantes encendieron antorchas y bengalas.