Las vacunas COVID-19 han evitado con éxito hospitalizaciones y muertes, pero un nuevo estudio confirma que los niveles de anticuerpos que proporcionan disminuyen sustancialmente en tres meses.
La investigación, realizada en un ensayo clínico por los Institutos Nacionales de Salud, se publicó el martes en Cell Reports Medicine. Se centró específicamente en la variante Omicron de COVID-19, que ha sido notoriamente difícil, evadiendo las defensas del cuerpo de las vacunas anteriores de una manera que las variantes anteriores no habían podido y causando la quinta ola extremadamente agresiva de la pandemia a finales de 2021.
Para poner a prueba la teoría, los investigadores administraron vacunas de refuerzo de COVID-19 a adultos en los Estados Unidos que habían recibido previamente una serie de vacunas primarias de COVID-19 bajo la Autorización de Uso de Emergencia. Algunos participantes recibieron la misma vacuna que su serie inicial, mientras que otros recibieron una vacuna diferente. Se observaron sus respuestas inmunitarias durante un período de tiempo.
Resultados del estudio
Las respuestas inmunitarias a Omicron en todos los grupos disminuyeron sustancialmente, y los niveles de anticuerpos neutralizantes se redujeron entre 2,4 y 5,3 veces a los tres meses después del refuerzo.
Los investigadores afirmaron que los datos eran coherentes con los informes del mundo real que mostraban la disminución de la protección contra la infección por coronavirus durante la oleada de Omicron en personas que recibieron una serie de vacunas primarias más una vacuna de refuerzo. Señalaron que los hallazgos podrían utilizarse para informar sobre las decisiones relativas a las futuras recomendaciones del calendario de vacunación, incluida la necesidad de la variante de refuerzo de la vacuna.
Las vacunas de refuerzo son cruciales
A pesar de la corta duración de la protección, los refuerzos de la vacuna contra el coronavirus son cruciales para mantener la inmunidad del organismo frente a la infección, según otro estudio, también publicado esta semana.
El nuevo estudio de la Escuela de Salud Pública de Yale demostró que los niveles máximos de anticuerpos que se consiguen al vacunarse con una vacuna de ARNm superan a los que se obtienen con la infección natural, lo que significa que los vacunados están más protegidos contra la reinfección que los que no están vacunados y se han curado de COVID-19. El estudio de Yale señala que hay que seguir con las vacunas de refuerzo debido a la disminución.