Una mujer israelí que cruzó la frontera con Siria a principios de febrero y fue devuelta ese mismo mes tras una serie de negociaciones internacionales ha sido condenada a ocho meses de prisión en el Tribunal de Magistrados de Nazaret.
La mujer, cuya identidad no puede publicarse, ha sufrido al parecer problemas de salud mental en el pasado.
Sus abogados agradecen al tribunal que haya tenido en cuenta sus argumentos sobre su salud mental y le haya impuesto una condena “moderada y proporcionada”.
Se trata de una joven de 25 años de Modiin Illit que abandonó la comunidad ultraortodoxa. No está claro por qué entró en Siria. Al parecer, cruzó por una parte menos vigilada de la valla fronteriza, a pie y por su cuenta.
El sitio de noticias Axios, citando a funcionarios israelíes, ha dicho que la mujer estudiaba árabe y que en el pasado se le había impedido cruzar la frontera sur hacia la Franja de Gaza.
La mujer fue devuelta a Israel a través de Rusia el 19 de febrero, en un acuerdo negociado por Moscú. Como parte del acuerdo, Israel liberó a varios ciudadanos sirios bajo su custodia y, al parecer, financió la compra de vacunas COVID-19 de fabricación rusa por valor de 1,2 millones de dólares para uso sirio.
Después de que la mujer fuera devuelta, al parecer dijo a los investigadores israelíes que había estado “buscando aventuras”. Según el Canal 12, no se disculpó ni expresó su arrepentimiento por el viaje. Los investigadores determinaron que no cooperó con ninguna entidad enemiga mientras estuvo en Siria.