Una mujer israelí que cruzó a Siria hace unas semanas y fue arrestada por las autoridades sirias aterrizó durante la noche del viernes en Israel después de que se lograra un gran avance en las negociaciones mediadas por Rusia entre Jerusalén y Damasco.
La mujer, que no ha sido identificada, voló desde Moscú y aterrizó en el aeropuerto internacional Ben Gurion, cerca de Tel Aviv. Habló con su familia antes del despegue y se esperaba que fuera interrogada por el servicio de seguridad interna Shin Bet, según informan los medios de comunicación hebreos.
Israel liberó el jueves a dos sirios y redujo la condena de una residente de los Altos del Golán en lo que se consideró un acuerdo de intercambio.
Acompañando a la mujer en el vuelo estaban Asher Hayun, un asistente del Primer Ministro Benjamin Netanyahu, Yaron Bloom, coordinador del gobierno para negociar el retorno de prisioneros de guerra y desaparecidos en combate, representantes del Consejo de Seguridad Nacional y un médico que comprobó la salud de la mujer.
La Oficina del Primer Ministro dijo en un comunicado anterior que la mujer estaba de regreso a Israel.
“En este momento una ciudadana israelí está haciendo su camino a Israel después de cruzar la frontera con Siria y ser retenida por los sirios”, dijo el comunicado.
“Hace unos días una joven israelí cruzó la frontera con Siria. Hablé dos veces con mi amigo el presidente Vladimir Putin de Rusia. Le pedí que la devolviera, y él actuó”, dijo Netanyahu en el comunicado.
“Israel siempre ha hecho y hará todo lo que esté en su mano para traer a sus ciudadanos a casa”, dijo Netanyahu.
Netanyahu habló con Putin el 8 de febrero y el 13 de febrero para pedirle ayuda para traer a la mujer a casa, y tras esas conversaciones el asesor de seguridad nacional Meir Ben-Shabbat y el asesor político de Putin mantuvieron una serie de conversaciones para completar el acuerdo, según el comunicado.
La Oficina del Primer Ministro agradeció a Putin su ayuda y dijo que Israel estaba liberando a dos sirios que cruzaron a Israel, como un gesto de buena voluntad. La medida fue ampliamente considerada como un intercambio de prisioneros con Siria. El comunicado también decía que Israel acortaría la condena de Nihal Al-Maqt, una residente de los Altos del Golán encarcelada.