El primer ministro Benjamín Netanyahu acusó el miércoles por la noche al sector árabe de Israel de “no cumplir suficientemente” las directrices establecidas por el Ministerio de Sanidad para detener la propagación del coronavirus potencialmente letal.
“Hay un problema en el público en general, y hay un problema especialmente en las pequeñas aldeas”, dijo el primer ministro en una reunión con médicos árabes de alto nivel en su oficina en Jerusalén. “Tenemos que arreglar esto de inmediato”.
Describió el nuevo coronavirus como “una epidemia que afecta a todo el mundo”.
“No distingue entre judíos, árabes, circasianos, beduinos y cristianos; simplemente no distingue entre religiones y sectores – y por lo tanto, todos los ciudadanos del Estado están obligados a asumir la plena responsabilidad y una estricta disciplina”, dijo Netanyahu.
El primer ministro recordó a los médicos que el país puede establecer las restricciones y recomendaciones que desee, pero que estas “no ayudarán si no hay una respuesta pública”.
“Si algún público en un lugar u otro no obedece estas instrucciones, simplemente causa que primero infecte a sus queridos y amados miembros de la familia y también al público en general”, dijo Netanyahu. “Pido la cooperación de todo el público de habla árabe, de los ciudadanos árabes de Israel. Les pido, por su bien y por el futuro común de todos nosotros: Por favor, siga las instrucciones”.
La reunión tuvo lugar el mismo día en que el alcalde de Jerusalén, Moshe Lion, anunció que la ciudad se preparaba para un cierre casi total porque algunos ciudadanos no cumplían con la recomendación que hizo el Ministerio de Salud, de permanecer en sus casas.
Lion también recordó al público que los 11 cruces entre la Autoridad Palestina y Jerusalén estaban cerrados el miércoles. Subrayó que Kafr Aqab y Shuafat se consideran parte del este de Jerusalén y por lo tanto están bajo la autoridad de la municipalidad. Dijo que los residentes del lado oriental de Jerusalén, pero no los palestinos que viven en las zonas A y B, pueden entrar en la ciudad a través del cruce de Qalandiya, situado en Kafr Aqab.
En 2016, Jerusalén albergaba a unos 332.400 árabes. En Israel, en el censo de 2019, había 1.890.000 árabes, alrededor del 20% de la población total.