La policía detuvo a una presunta red de tráfico sexual que supuestamente traía mujeres del extranjero a Israel para ejercer la prostitución, y el lunes por la mañana arrestó a ocho sospechosos, entre ellos una ex atleta israelí.
La red criminal se puso en contacto con las mujeres a través de publicidad en línea en ruso antes de llevarlas a Israel para trabajar como prostitutas, según un comunicado de la policía. El país supuestamente organizó su situación de vida y las transportó de cliente en cliente en una serie de “casas discretas”, disfrazadas de servicios de masaje.
La policía dijo que el anillo, que según afirman ha estado en funcionamiento “durante varios años”, estaba dirigido por una mujer de 51 años de edad de Ramat Gan, en el centro del país. Es una ex atleta israelí que luchó internacionalmente por Israel y trabajó como entrenadora después de dejar la competición, informó Ynet.
Su marido también fue detenido junto con otras cinco mujeres y otro hombre, añadió una declaración policial.
El grupo también es sospechoso de varios delitos fiscales, incluido el lavado de dinero.
El proxenetismo, el tráfico sexual y el funcionamiento de un burdel son punibles según la legislación israelí vigente. En diciembre de 2018 la Knesset aprobó una ley que también castiga a los clientes atrapados contratando a trabajadores sexuales.
La ley penaliza el proxenetismo, así como la presencia en un lugar utilizado principalmente para la prostitución, como un burdel. Los delincuentes primerizos son multados con 2.000 NIS (530 dólares), con la suma duplicada por reincidencia en un periodo de tres años.
En 2016, el Ministerio de Bienestar Social estimó que había 11.420-12.730 trabajadoras del sexo manejando la industria de 1.200 millones de NIS (318 millones de dólares) del país. Según ese informe, el 71% de las prostitutas dijeron que empezaron a trabajar en el sexo por desesperación financiera, y el 76% dijo que dejaría la industria si pudiera.