En 2001, el jeque Raed Salah hizo algo casi inaudito en el mundo árabe: voluntariamente renunció al poder. Desde 1989, había sido alcalde de la segunda ciudad árabe de Israel, Umm al-Fahm. Él y su organización -la actual Rama Norte del Movimiento Islámico– habían transformado la ciudad, de una central comunista al centro de la vida islamista en Israel.
Pero, dijo, era hora de que se apartara de la política y concentrara sus energías en un objetivo particular: l“a defensa de la Mezquita Al-Aqsa en Jerusalén de un plan estatal ostensible de Israel para destruirla”.
El martes por la mañana, Raed Salah fue detenido por la policía bajo sospecha de incitación. Los políticos judíos israelíes de izquierda y derecha celebraron la medida, mientras que los árabes israelíes se opusieron. Si está encarcelado, será su cuarto ingreso en la cárcel israelí, su tercera por cargos de incitación.
En 2015, su movimiento fue proscrito por lo que Israel dijo que era “una campaña mendaz de incitación bajo el título «Al-Aqsa está en peligro»”.

Sin embargo, desde el 2015, Raed Salah ha ido ganando popularidad entre los árabes israelíes, según un experto y cuanto más se le percibe como perseguido por los servicios de seguridad israelíes, más se le percibe como un mártir sacrificando su libertad en favor del emblema más poderoso de los musulmanes, “entre el río Jordán y el mar Mediterráneo”.
Y proscrito o no, su movimiento sigue realizando casi todas sus actividades a plena luz del día, bajo nombres diferentes, dijo el experto.
Que la mezquita de Al-Aqsa, situada en el Monte del Templo, necesita ser defendida, es negado absolutamente por Israel. En lugar de planear destruir o tomar el control de la mezquita, Jerusalén dice está defendiendo vigorosamente el status quo en el lugar, lo cual impide al cualquier persona no musulmana rezar allí, incluyendo a los judíos, aunque es su lugar más sagrado en el mundo. En 1967, Israel conquistó el monte, solo para cederlo inmediatamente al control religioso jordano para evitar una mayor conflagración con el mundo musulmán.
Sin embargo, en los últimos años, la idea de que “Al-Aqsa necesita ser defendida” ha sido la causa declarada de numerosos ataques terroristas contra israelíes, y llevó a decenas de miles de musulmanes a las calles en julio para protestar contra los detectores de metales y las cámaras colocadas a las entradas al Monte del Templo. Para la mayoría de los israelíes, las nuevas medidas de seguridad fueron una respuesta lógica a un ataque con ametralladoras perpetrado por tres musulmanes el 14 de julio, en el que los los islámicos usaron armas que habían introducido previamente en el sagrado complejo para asesinar a dos policías israelíes de servicio afuera.
La idea de que “Al-Aqsa está en peligro” no es nueva – se remonta a la década de 1920, y sigue siendo utilizado como propagada por todos los principales actores políticos de la Autoridad Palestina, entre ellos Hamás y Fatah. Pero los expertos entrevistados por The Times of Israel dijeron que Raed Salah ha hecho más para difundir y legitimar ostensiblemente esa idea que cualquier otra persona en la historia.
Los escritos y discursos de Raed Salah se han extendido a las casas de estudio musulmanas y de oración en todo el mundo, incluso en países no musulmanes como Australia y Tailandia. Es conocido mundialmente como el “Sheikh Al-Aqsa”.

Fuera del ámbito de la política, Raed Salah ha logrado fomentar la imagen de un humilde servidor público. Es visto como una persona sincera y generosa con manos limpias, que no se ha echado a perder por la política, según los expertos. Los que lo conocen lo describen como un hombre de considerable carisma, un líder natural. En las manifestaciones islámicas de violencia masiva, se le puede ver de pie en silencio con los brazos cruzados, observando silenciosamente los acontecimientos. Pero delante del púlpito, se transforma en un orador vehemente.
“Recuerdo que siempre tuvo algo especial en él. Una calidad de liderazgo calmado. Él no era alguien que tomara el liderazgo, sino más bien el liderazgo vino a él”, dijo Sa’id Abu Sharka, un primo de Salah, en un documental de 2012 sobre el predicador.
Hashem Abd al-Rahman, ex alcalde de Umm al-Fahm y cercano a Raed Salah, dijo del predicador en el mismo documental: “Si te sientas con él durante una hora o dos, no habla si no hay razón”.

Salah se viste con el atuendo común del predicador, y en el invierno, lleva siempre el mismo abrigo gastado.
A pesar de que es considerado como una de las mayores amenazas a la seguridad de Israel y es el líder de un movimiento islamista proscrito, vive de una pequeña pensión del gobierno en una pequeña casa en Umm al-Fahm.
Una breve historia de Raed Salah y su movimiento
Raed Salah nació en 1958 en la ciudad. Su padre era un oficial de policía israelí, y sus dos hermanos también siguieron los pasos de su padre. Salah, un padre de ocho hijos, tomó un camino diferente.
De 1977 a 1980 estudió derecho islámico en la Universidad de Hebrón. A pesar de que su nativa Umm al-Fahm era un fuerte bastión comunista -como gran parte de la sociedad árabe-israelí de la época- pronto se uniría al naciente Movimiento Islámico, una hermandad musulmana semejante a Hamás.
Después de un período inicial de violencia, el Movimiento Islámico adoptó un enfoque activista no violento a lo largo de los años ochenta, llenando el vacío institucional que dejó el estado con escuelas, clínicas de salud, mezquitas y organizaciones benéficas. En 1989, Salah fue uno de los cinco candidatos del movimiento a la alcaldía para ganar elecciones.
El surgimiento de Hamás a finales de la década de 1980 y los Acuerdos de Paz de Oslo de los años 90 condujeron a una división en el Movimiento Islámico.
Raed Salah, tiene estrechas relaciones con Hamás. De hecho, en 2003 fue encarcelado durante dos años por canalizar millones de dólares al grupo terrorista establecido en Gaza. También fue acusado de estar en contacto con Nabil Mahzomah, un árabe israelí acusado de ser un agente iraní, que vivía en el Líbano en ese momento.
Salah se opuso a las conversaciones de paz que eventualmente conducirían a la creación de la Autoridad Palestina, mientras que el fundador del Movimiento Islámico, el Jeque Abdullah Nimr Darwish, permaneció comprometido con un proceso político hasta su muerte a principios de este año.

La división oficial se produjo en 1996, cuando el Movimiento Islámico participó en las elecciones nacionales, una medida que Raed Salah consideró irreconciliable con la ley islámica porque significaba participar en el estado de derecho secular, según un informe del Brookings Institute.
El movimiento de Raed Salah se separó y se identificó como el Movimiento Islámico del Norte. Y casi de inmediato empezó a aprovechar el poder incendiario de la mezquita de Al-Aqsa para reunir apoyo para su movimiento.
La creación del lema “Al-Aqsa está en peligro”
El Movimiento Islámico del Norte de Raed Salah realizó su primer mitin “Al-Aqsa está en peligro” en 1996.
Asistieron miles en Umm al-Fahm. Sólo un año más tarde, estallarían disturbios mortales cuando los árabes autodenominados “palestinos” acusaran a Israel de intentar destruir “el complejo de la Mezquita de Al-Aqsa (Monte del Templo)” después de que se abriera una segunda salida de los Túneles del Muro Occidental al Barrio Cristiano de la Ciudad Vieja. Veinticinco soldados fueron asesinados y casi 100 árabes murieron mientras intentaban asesinar a soldados y a civiles judíos. Inmediatamente después de que los disturbios cedieron, Raed Salah realizó su segundo mitin “Al-Aqsa está en peligro”.
Salah continuaría celebrando estos mítines año tras año, organizados alrededor de la idea de que Israel tenía la intención de destruir el que llaman “tercer lugar más sagrado del Islam”, a veces atrayendo a 70.000 asistentes, hasta que su movimiento fuera proscrito en 2015.

Con el tema de Al-Aqsa, Raed Salah encontró “un vacío y se trasladó. Era un asunto que ningún otro grupo islámico estaba tratando”, dijo el profesor Yitzhak Reiter, experto en conflictos políticos en espacios sagrados, especialmente el Monte del Templo y el movimiento islámico israelí.
El Dr. Nohad Ali, sociólogo del Western Galilee College, jefe del proyecto “Arab-Jewish-State” en el instituto Samuel Neaman de Technion y especialista en el movimiento islamista en Israel, dijo que el éxito de Raed Salah proviene del hecho de que él logró convertir Al-Aqsa en “un símbolo nacional y religioso”.

De 1996 a 1998, Salah y su movimiento desempeñaron un papel principal en el establecimiento de dos nuevas mezquitas en el Monte del Templo: una en el espacio subterráneo conocido como Establos de Solomon, en la esquina sureste del monte, y el otro en el espacio bajo la Mezquita Al-Aqsa (o “antigua Al-Aqsa”).
Salah movilizó a la comunidad árabe israelí para los proyectos de construcción. Los voluntarios llevaron a cabo la construcción con materiales que fueron donados, y el dinero para el proyecto se recaudó a través de donaciones.
“Todo el mundo identificó estas mezquitas con Raed Salah. Se convirtió en un héroe”, dijo Reiter, profesor de Estudios Islámicos y de Oriente Medio en el Ashkelon Academic College e investigador del Instituto de Jerusalén para la política y la investigación.
Salah fue visto como el que impediría el establecimiento de una sinagoga judía en los grandes espacios vacíos, que ahora reciben a miles de musulmanes semanalmente.

Salah en un punto también trató de traer agua del pozo sagrado de Zamzam en La Meca – al que el mito islámico le atribuye poderes curativos especiales – a las cisternas de Al-Aqsa. Esto habría realzado la importancia de Al-Aqsa como lugar de peregrinación, y el estatus de Salah dentro del mundo musulmán.
En el momento en que estaba construyendo estas mezquitas en el Monte del Templo, Salah tenía su propia oficina en el recinto.
Los funcionarios del Waqf dijeron a Reiter que eran incapaces de hacer algo para detener los planes de construcción de Raed Salah.
https://youtu.be/MYuhabV-sB0
En sus discursos, Salah ha profesado su esperanza a largo plazo de que “un día Jerusalén, con Al-Aqsa en su centro, puede ser el corazón de un futuro califato islámico”.
“El estado judío, al igual que los persas, los romanos, los cruzados y los británicos, serán vomitado de la tierra”, dijo Salah.
Los proscritos clandestinos trabajan a la luz del día
En 2015, la agencia de seguridad Shin Bet de Israel recomendó no prohibir el movimiento islámico del norte. El Shin Bet temía que en lugar de que el grupo islamista sea desarticulado, simplemente pasarían a la clandestinidad, volviéndose más difíciles de rastrear. Y eso es precisamente lo que sucedió.
“La mayoría de las actividades del movimiento continúan funcionando”, enfatizó Ali. “Todavía se siente en las calles árabes a diario”, agregó.
Para cada institución del Movimiento Islámico que fue prohibida, dijo Ali, “tiene una institución alternativa que continúa llevando a cabo las mismas funciones. Así, por ejemplo, el boletín mensual del movimiento islámico fue cerrado, por lo que otro se abrió con un nombre diferente”. Ali dijo que el estado sabía muy bien que esto ocurriría, y que existe un “acuerdo silencioso” entre la policía y el movimiento.
“En todas las ciudades árabes se encuentran sesiones semanales de da’wa o proselitismo”, dijo Ali.
El movimiento envía decenas de autobuses semanales a Al-Aqsa, y los grupos de Mourabitoun y Mourabitat proscritos – hombres y mujeres musulmanes que Israel dijo que fueron pagados por el movimiento de Salah para iniciar provocaciones en el Monte del Templo – continúan visitando el sitio diariamente.

La única diferencia en el grupo proscrito ahora, según Ali, es que opera un poco más “modestamente”, evitando acontecimientos grandiosos.
Raed Salah sigue dando discursos en mezquitas y eventos públicos en los sectores árabe-musulmán. A principios de agosto visitó una tienda de luto de un árabe muerto en Jaffa.
Después del ataque del tiroteo en el Monte del Templo, Salah inmediatamente se dirigió al púlpito para culpar a Israel por las muertes de los terroristas asesinos, a quienes llamó “mártires” y le deseó una vida futura en el paraíso.
Sheikh Raed Salah, Leader of the Islamic Movement in Israel, Prays for the Terrorist «Martyrs» Who Carried Out the Jerusalén Attack pic.twitter.com/zRL6AvnXP4
— MEMRI (@MEMRIReports) 16 de julio de 2017
Ali, que entrevistó a Raed Salah regularmente para su disertación, argumentó, sin embargo, que Salah es bien conocido entre los árabes israelíes como un opositor a la violencia.
“Estoy seguro de que está en contra del uso de armas. Sabe que está en contra de los intereses del Movimiento Islámico del Norte”, dijo Ali, agregando que los hombres armados dañaron el movimiento de Salah en lugar de representarlo.
Aunque Ali no recuerda ninguna declaración contra la violencia hecha por Raed Salah, señaló que el predicador firma las declaraciones contra la violencia del Alto Comité de Seguimiento, un grupo soporte para el liderazgo árabe-israelí.
Pero los ministros israelíes no demoraron en responsar por el ataque del Monte del Templo de julio contra Salah. El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, que proscribió el movimiento, el ministro de Inteligencia y Transporte, Yisrael Katz, y el ministro de Vivienda y Construcción, Yoav Galant, pidieron inmediatamente su detención.
El ataque del 14 de julio contra el complejo del Monte del Templo “era exactamente lo que el Shin Bet temía”, dijo Reiter.
Los tiradores vinieron de la ciudad natal de Salah y profesaron realizar el ataque para defender Al-Aqsa.
Muhammad Hamad Abdel Latif Jabarin, de 19 años, el más joven de los tres asesinos, tenía varios artículos en su página de Facebook que mostraban que estaba interesado en “liberar la mezquita Al-Aqsa del control israelí”.
Uno de los posts de Jabarin de julio de 2016 muestra una foto de Salah al lado del Monte del Templo. El post dice: “Cada año y la mezquita Al-Aqsa está más cerca de la libertad”.
Cómo contener a Raed Salah ha sido un enigma frente a los servicios de seguridad israelíes desde principios de los años 2000.
Reiter dijo que en 2003 fue consultado por el Shin Bet sobre el movimiento de Salah. En ese momento, dijo que era el Shin Bet el qu quería proscribir al Movimiento Islámico del Norte, pero la policía se opuso a tal movimiento.

Ali dijo que su investigación más actualizada y aún no publicada muestra que Raed Salah solo se ha vuelto más popular desde que su movimiento fue proscrito.
“La mitad de los árabe-israelís se identifican con el Movimiento Islámico, así como un tercio de los cristianos”, dijo Ali, señalando que el Movimiento Islámico presta servicios a toda la comunidad árabe, incluida la ayuda para restaurar iglesias.
Reiter cree que el Shin Bet está funcionando de manera similar a la forma en que el FBI hizo con el infame jefe de delitos de Chicago, Al Capone, “lentamente, reuniendo evidencia en todos los campos que pueden”.
Raed Salah intencionalmente confunde opiniones periféricas con políticas gubernamentales
A principios de la Segunda Intifada, en octubre de 2000, 12 árabes israelíes, un árabe de la Autoridad Palestina y un judío israelí fueron muertos en las manifestaciones islámica de agresión contra la policía israelí.
Para investigar estos eventos, el gobierno israelí designó una comisión, la Comisión Or, dirigida por el juez de la Corte Suprema Theodor Or. La comisión responsabilizó a Salah y su movimiento.

“En la actividad del Movimiento Islámico (respecto al Monte del Templo), más que en otras áreas, su estrategia surgió claramente: la escalada de conflictos, el activismo en el campo y la agitación del público. El movimiento dio prioridad a Al-Aqsa como un punto focal sensible para unificar a los musulmanes en Israel y como un puente hacia la sociedad palestina en los territorios y al mundo islámico en su conjunto”, escribió la comisión.
La comisión observó que Raed Salah y sus seguidores pudieron haber tenido un causa genuina de preocupación, con los diversos rabinos y los políticos que abordaban planes para construir una sinagoga en el sitio sagrado, y los grupos que participaban en actos simbólicos que cumplen con la visión de reconstruir el templo judío.
Pero argumentó que “Raed Salah fue mucho más lejos, ya que actuó para despertar al público árabe contra una supuesta intención del gobierno israelí de reemplazar las mezquitas de Al-Aqsa por un Templo judío, una intención que no tenía ninguna relación con la realidad”.
Nadav Shragai, periodista israelí y autor de un folleto titulado “The ‘Al-Aqsa Is in Danger’ Libel: The History of a Lie”, hizo un argumento similar en una entrevista con The Times of Israel.
“Este libelo [‘Al-Aqsa está en peligro’] no está dirigido al Instituto del Monte del Templo o a Yehuda Etzion”, un grupo y un activista que aboga por la soberanía judía sobre el lugar sagrado.
“Está directamente dirigido al propio estado de Israel, contra el estado que ha hecho todo lo posible a lo largo de los años para proteger la mezquita de Al-Aqsa, a pesar de que significaba dañar el derecho de los judíos en el sitio”, dijo.
“Preocupación genuina”
Nashat Aqtash, profesor de medios en la Universidad Bir Zeit de Ramallah, cree que Al-Aqsa está en peligro.
“Muchos funcionarios del gobierno, los colonos, todos los grupos terroristas judíos están diariamente diciendo que ya es hora de destruir la mezquita de Al-Aqsa y construir el Templo”, dijo recientemente a The Times of Israel.

Aqtash refleja la opinión mayoritaria de los árabes autodenominados “palestinos”. En una encuesta de 2016, más de la mitad de los palestinos dijeron que creían que Israel planeaba destruir la mezquita de Al-Aqsa y reemplazarla con un templo judío, mientras que solo el 9% dijo que creía que Israel tenía la intención de mantener el status quo.