Un tribunal militar de las FDI ha condenado a dos cadenas perpetuas al terrorista Muntasir Ahmed Ali Shalabi, declarado culpable de la muerte de Yehuda Guetta, de 19 años, en un atentado a tiros en el cruce de Tapuach en mayo de 2021.
El mismo ataque dejó heridos a Benaya Peretz y Amichai Hala.
El tribunal dictaminó el miércoles que, además de cumplir dos cadenas perpetuas entre rejas, Shalabi deberá pagar a la familia de Guetta un millón de shekels (323.000 dólares) en concepto de indemnización. Shalabi fue condenado por cargos de homicidio premeditado, construcción y porte de armas e interferencia en procedimientos judiciales.
El abogado Chayim Bleicher, de la organización de ayuda legal Honenu, que representa a la familia de Guetta, dijo en respuesta a la sentencia: “Esperamos que el maldito terrorista acabe su vida dentro de la cárcel, como manda la sentencia, pero la historia no ha terminado. La guerra contra el terrorismo no puede terminar sólo con el castigo penal. En una guerra hay que atacar al enemigo en todos los ámbitos posibles”.
“El gobierno israelí debe tomar medidas duras contra el entorno del terrorismo, incluyendo castigos severos para aquellos que lo ayudan e instigan. El clan de los terroristas debe ser exiliado de Israel y se debe emprender una guerra contra cualquier demostración de incitación o apoyo al terrorismo”, continuó Bleicher.
Tras la condena de Shalabi, el padre de Guetta, Elisha, pidió que fuera condenado a muerte.