Un joven de 18 años murió y otra persona resultó herida cuando unos desconocidos abrieron fuego contra su vehículo a última hora del miércoles en la ciudad norteña de Musmus, informó la policía.
La policía dijo que ambos ocupantes del vehículo fueron alcanzados y evacuados a un hospital cercano, donde el adolescente fue declarado muerto. El otro hombre, de 22 años, se encontraba en estado grave.
La policía dijo que estaba investigando la causa del tiroteo. El sitio de noticias Ynet identificó a la víctima como Mohammad Jabar Jabarin. La muerte marcó el 73º asesinato de un árabe israelí este año, en una violencia que ha seguido asolando a la comunidad.
Un hombre de 22 años murió y otra persona resultó gravemente herida cuando unos desconocidos abrieron fuego contra una tienda en la ciudad norteña de Nazaret a primera hora del lunes.
El viernes, una mujer de 28 años fue asesinada a tiros mientras conducía en la ciudad central de Ramle.
La policía sospecha que la mujer, identificada como Lorin Musrati, era el objetivo de la familia de su difunto marido -que también fue abatido en 2015-. Se oponen a la decisión de la víctima de abandonar Ramle con sus hijos para ir a Haifa después de que su marido fuera asesinado, informó el diario Haaretz, añadiendo que las fuerzas del orden también estaban investigando otros motivos del ataque.
El viernes hubo otros tres tiroteos no mortales que tuvieron lugar en ciudades con gran población árabe.
Según la organización sin ánimo de lucro Abraham Initiatives, 73 árabes israelíes han sido asesinados en homicidios desde principios de 2021, 11 de ellos mujeres. En 2020, 96 árabes israelíes fueron asesinados, de lejos la cifra anual más alta que se recuerda.
Otros 12 palestinos de Cisjordania y el Este de Jerusalén fueron asesinados dentro de Israel en aparentes homicidios. Las ciudades y pueblos árabes han visto un aumento de la violencia intra-árabe en los últimos años, con el crimen organizado visto como el principal impulsor.
Los árabes israelíes culpan a la policía, que, según ellos, no ha tomado medidas contra las poderosas organizaciones criminales y ha ignorado en gran medida la violencia, que incluye rencillas familiares, guerras territoriales de la mafia y violencia contra las mujeres.
Según un informe de la Knesset de 2020, en Israel circulan unas 400.000 armas ilegales, la gran mayoría en comunidades árabes.
El mes pasado, el primer ministro Naftali Bennett dijo que la violencia y la delincuencia en las comunidades árabes israelíes eran una “calamidad nacional”, mientras se reunía con altos funcionarios del gobierno y de la policía para formular un plan nacional para abordar el problema.