Un civil israelí fue devuelto a Israel a través del raramente utilizado cruce de Rosh Hanikra el jueves por la noche, después de haber entrado en el Líbano hace varias semanas, dijeron las Fuerzas de Defensa de Israel.
El hombre, un joven árabe israelí de unos 20 años procedente de una aldea beduina del Néguev, cruzó al Líbano a principios de mes, dijo, pero se negó a especificar en qué fecha o por dónde cruzó la frontera.
No estaba inmediatamente claro por qué viajó al Líbano, aunque las FDI dijeron que parecía haberlo hecho “voluntariamente y a sabiendas”. El hombre, cuyo nombre no se ha hecho público, tiene un historial de problemas de salud mental, así como antecedentes penales.
Según el portavoz de las FDI, Ran Kochav, el hombre estuvo detenido en el Líbano durante varias semanas mientras los funcionarios diplomáticos y de defensa israelíes trabajaban para conseguir su regreso. Se negó a comentar quién mantenía al hombre detenido en Líbano: el gobierno o el grupo terrorista Hezbolá.
Para no interferir en las negociaciones, el caso se mantuvo en secreto hasta que el hombre fue devuelto.
Las conversaciones se complicaron por el hecho de que Israel y Líbano no mantienen lazos normalizados y, por lo general, sólo se comunican a través de terceros: Estados Unidos o la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano, un equipo de mantenimiento de la paz que opera a ambos lados de la frontera.
“Se trataba de un asunto muy delicado”, dijo Kochav.
El hombre israelí fue escoltado de vuelta por la FPNUL a través del cruce de Rosh Hanikra, uno de los pocos puntos de cruce entre Israel y Líbano.
A su regreso a Israel, fue entregado al servicio de seguridad Shin Bet para ser interrogado.
Muchos detalles del caso siguen siendo clasificados debido a la naturaleza sensible de la relación de Israel con Líbano.
En febrero, una mujer israelí cruzó la frontera con Siria, lo que desencadenó un frenético esfuerzo internacional para conseguir su devolución.
La mujer fue devuelta a Israel a través de Rusia el 19 de febrero, en un acuerdo negociado por Moscú. Como parte del acuerdo, Israel liberó a varios ciudadanos sirios bajo su custodia y, al parecer, financió la compra de vacunas COVID-19 de fabricación rusa por valor de 1,2 millones de dólares para uso sirio.
La mujer, cuya identidad aún no se ha publicado, habría sufrido en el pasado una enfermedad mental.
Después de ser devuelta, la mujer habría dicho a los investigadores israelíes que estaba “buscando aventuras”.
Fue condenada a ocho meses de prisión por cruzar ilegalmente la frontera.