Un niño de cuatro años, residente en Jerusalén, ha sido diagnosticado de poliomielitis. Al parecer, el niño no había sido vacunado contra el virus de la polio.
El origen de la infección en este caso parece ser el virus desprendido de la propia vacuna, que pudo causar la enfermedad en una persona no vacunada.
Según el Ministerio de Sanidad, la mejor manera de protegerse contra la infección de la polio es vacunarse contra el virus según el calendario.
El departamento de salud de Jerusalén está llevando a cabo una investigación epidemiológica sobre la infección y localizará a todas las personas con las que el niño ha estado en estrecho contacto, para darles instrucciones específicas sobre cómo proceder. Los resultados de la investigación permitirán a los funcionarios de salud decidir otras medidas, si procede.
Es importante señalar que el virus de la poliomielitis se encuentra a menudo en las aguas residuales, aunque no se han registrado casos recientes de infección real. El virus de la poliomielitis puede transmitirse de persona a persona y, por lo general, se transmite entre niños. El virus entra en el cuerpo a través de la boca y se excreta en las heces. La infección suele ser asintomática; solo uno de cada mil infectados desarrollará síntomas que pueden incluir parálisis.