Una joven de 22 años, superviviente de la masacre perpetrada por Hamás durante el festival de música Supernova, ocurrido cerca del Kibbutz Re’im el 7 de octubre de 2023, decidió quitarse la vida en su hogar. Esta tragedia se produjo tras un período de sufrimiento debido a un trastorno de estrés postraumático.
La familia de Shirel Golan, quien hoy habría celebrado su cumpleaños, declaró que la joven experimentó síntomas postraumáticos desde su huida del ataque terrorista, presentando problemas de disociación y aislamiento social. Además, se mencionó que fue hospitalizada en dos ocasiones por su estado mental.
Eyal, el hermano de Shirel, fue citado en medios hebreos, expresando: “Observé que mostraba signos de estrés postraumático, tales como el aislamiento y el distanciamiento de sus amigos. Le solicité que se cuidara, pero ella me comentó que no recibía apoyo por parte del estado. Afirmó que únicamente contaba con ayuda de la [Asociación Comunitaria de la Tribu de Nova]”.
Eyal concluyó su declaración con un reclamo contundente: “Si el Estado se hubiera ocupado de su situación, esta tragedia no habría ocurrido”.
Por otro lado, tanto Israel Hayom como Ynet News informaron que el Ministerio de Bienestar y Servicios Sociales refutó las afirmaciones de la familia, sosteniendo que Golan había sido “reconocida y atendida en el sistema de bienestar antes y especialmente después del 7 de octubre”.