Muhammad Masad es un ex terrorista de Al Fatah que estuvo encarcelado en una prisión israelí debido a sus actividades terroristas. Tras su liberación, fue gravemente maltratado por la Autoridad Palestina por sospechas de colaboración con Israel.
Desde su salida de la cárcel palestina, trabaja contra el terror. Habló con el líder de las organizaciones Hotem y Torat Lehima, el rabino Aviad Gadot, como parte de una serie de podcasts para fomentar el espíritu de lucha, sobre cómo la Autoridad Palestina educa a sus niños hacia el terror, sus conversaciones con jefes de la Autoridad y de Hamás, y cómo cree que es posible derrotar al terrorismo.
“Desde los cuatro años me enseñaron que, como palestino, mi objetivo en la vida era arrojar a los judíos al mar. A los ocho años ya estaba implicado en el terrorismo. Doy gracias a Dios por no haber derramado sangre, a pesar de estar muy implicado en el terror. Fui detenido y encarcelado en una prisión israelí hasta que me liberaron durante los Acuerdos de Oslo”.
Describe el trato que recibió en la prisión israelí: “Fue una experiencia de cinco estrellas. Era un Estado dentro del Estado, en el que podías obtener un título académico, intercambiar información entre organizaciones terroristas y perfeccionar métodos de terrorismo”.
“El pueblo judío desea de verdad la paz, pero los israelíes, con los que nos hemos encontrado como público árabe, eran mentirosos, corruptos e impíos. Se aseguraron de que el conflicto entre nosotros continuara. El verdadero Islam no tiene nada que objetar a los judíos, Isaac e Ismael eran hermanos. Tenemos verdadera fe islámica, estamos esperando la reconstrucción del Templo que difundirá luz y vida a todo el mundo. Esta es una guerra de los hijos de la luz, que creen en dios, contra los nazis satánicos. ¿Por qué rechazar a un soldado que lee la oración del Shema en una mezquita? Está invocando a Dios. Todas las ideas de paz fracasarán porque son ideas de mentirosos”.
Hizo hincapié en que la derrota del terrorismo debe incluir la conquista del territorio y la expulsión de la población: “Hay que expulsar a los gazatíes al Sinaí y dejar que se queden allí durante cuarenta años hasta que cambien de opinión y aprendan que la vida es más valiosa que el dinero qatarí o iraní”.