Un ataque aéreo israelí en Líbano alcanzó un edificio donde residían trabajadores sirios y sus familias, causando la muerte de 23 personas, según informaron las autoridades libanesas. Este fue uno de los ataques más letales en una campaña aérea intensificada contra el grupo terrorista Hezbolá.
El ataque, ocurrido a última hora de la noche, se llevó a cabo en un momento en que Estados Unidos y sus aliados pedían un cese al fuego “inmediato” de 21 días para “dar espacio a la diplomacia”. Israel ha amenazado con llevar a cabo una invasión terrestre, y los crecientes intercambios de fuego podrían desencadenar una guerra total.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano informó que el ataque ocurrió cerca de la ciudad de Baalbek, en el valle de Bekaa, al noreste del país, que se extiende a lo largo de la frontera con Siria. Ali Kassas, alcalde de la aldea de Younine, informó que se recuperaron los cuerpos de 23 ciudadanos sirios de entre los escombros. También señaló que cuatro sirios y cuatro libaneses resultaron heridos.
La Cruz Roja Libanesa declaró que recuperó nueve cuerpos, mientras que otros fueron rescatados por el servicio paramédico de Hezbolá y la Defensa Civil libanesa.
Israel no ha realizado comentarios directos sobre el ataque, pero informó que, durante la noche, sus aviones atacaron unos 75 objetivos de Hezbolá en Líbano.
Entre los objetivos atacados en el sur del país y el valle de Bekaa se encontraban depósitos de armas, lanzacohetes listos para su uso, edificios utilizados por el grupo terrorista, operativos y otras infraestructuras, según el ejército israelí.