Los miembros de la Unión Europea de Radiodifusión prevén una votación a principios de noviembre para decidir si permiten a Israel participar en Eurovisión 2026, que se celebrará en Viena, en tanto que un coro creciente de países exige la expulsión del Estado judío por la guerra en curso en Gaza.
Una carta que la UER envió hoy a sus miembros, y que el periódico austriaco Krone publica por primera vez, indica una “diversidad de puntos de vista sin precedentes” sobre la participación de Israel, tras las discusiones que el vicepresidente de la UER, Petr Dvorak, sostuvo con las emisoras miembro en los dos últimos meses. Tras esas discusiones, la UER “reconoció que no sería posible llegar a una posición consensuada sobre la participación de Kan”, afirma la carta.
Dado que “nunca antes se había enfrentado a una situación divisiva como esta”, prosigue la carta, los miembros de la junta de la UER “acordaron que esta cuestión merecía una base democrática más amplia para una decisión, por la cual todos los miembros deberían tener voz”. Programaron dicha votación para principios de noviembre, antes de la fecha límite de diciembre en que los países determinarán su participación.
En respuesta, la emisora pública Kan de Israel emitió una declaración en la que expresa “la esperanza de que el Festival de la Canción de Eurovisión mantenga su carácter cultural y apolítico”. Indica que la competencia “ha sido un símbolo de cooperación, bondad y hermandad”, y advierte que la expulsión de Israel del concurso “podría ser un paso con consecuencias significativas”, sin más detalles.
Kan indica que las reglas de la UER “establecen claramente que las decisiones extraordinarias de este tipo requieren una mayoría de no menos del 75 % de los participantes en la Asamblea general”.
La UER no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre si se requeriría una mayoría calificada para expulsar a Israel de la contienda, o si la decisión se tomaría por mayoría simple de sus 68 miembros.
España, Irlanda, Eslovenia, Países Bajos e Islandia han anunciado que se retirarán de Eurovisión el próximo año si permiten que Israel compita, y varios otros países han amenazado con imitarlos. Francia, Alemania, Austria y Australia han rechazado los llamamientos al boicot.