Ursula Haverbeck afirmó públicamente que Auschwitz era únicamente un campo de trabajo y no un lugar de exterminio, negando que allí se hubiera gaseado a nadie. Además, desafió a un tribunal alemán a probar que los nazis cometieron asesinatos en masa y llegó a declarar en televisión que el Holocausto era “la mentira más grande y más sostenible de la historia”.
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El historial de la “Abuela Nazi”
Tras varios años en prisión, Haverbeck, una viuda anciana, fue catalogada por los medios alemanes como la “abuela nazi”. Este miércoles murió a los 96 años mientras esperaba el cumplimiento de su última condena de prisión. Su figura fue vista como un símbolo para los movimientos de extrema derecha y neonazis en Alemania.
Las acciones de Haverbeck, especialmente en las últimas dos décadas de su vida, generaron incomodidad en muchos alemanes, al mismo tiempo que contribuyeron a que el negacionismo del Holocausto continuara presente en ciertos sectores. Rechazó de manera sistemática las leyes nacionales que buscan evitar que se niegue o minimice el genocidio judío.
Durante un juicio en 2022, la jueza alemana Lisa Jani justificó la necesidad de una condena de prisión afirmando que Haverbeck se había “alejado mucho de la verdad histórica” y había “dañado la memoria de millones de personas asesinadas”. Jani agregó: “No vamos a tener ningún impacto sobre usted con palabras”. Por su parte, en 2015, el magistrado Bjoern Joensson la describió como un “caso perdido” y calificó sus acciones como “espeluznantes”.
Antecedentes y condenas de Ursula Haverbeck
Haverbeck nació en 1928 y estuvo casada con Werner Georg Haverbeck, un exoficial nazi dos décadas mayor que ella. Permaneció en gran medida en la sombra de su esposo hasta su muerte en 1999, momento en que comenzó a publicar textos que lo exaltaban y ponían en duda el registro histórico del Holocausto.
En 2004, recibió su primera condena y multa por estas publicaciones, lo que marcó el inicio de una serie de sentencias posteriores. En 2015, durante un juicio mediático contra un guardia de Auschwitz, Haverbeck negó frente a cámaras que dicho lugar hubiera sido un campo de exterminio y retó al tribunal a demostrar que allí se asesinó a personas, lo que le valió una condena de 10 meses de prisión.
Más adelante, en 2016, Haverbeck recibió su condena más larga, de más de dos años, tras publicar artículos negacionistas en revistas. Aunque intentó apelar su sentencia en varias ocasiones, fue arrestada en 2018 tras no presentarse a su fecha de sentencia. Durante su tiempo en prisión, incluso se postuló para un escaño en el Parlamento Europeo como parte de un partido de extrema derecha.
A pesar de las consecuencias legales, Haverbeck continuó difundiendo su discurso negacionista. En junio pasado, recibió su última condena a un año y cuatro meses de prisión por mentiras sobre Auschwitz, falleciendo mientras apelaba esta sentencia.
Impacto social y político del negacionismo en Alemania
Mientras Haverbeck persistía en sus declaraciones negacionistas, la sociedad alemana experimentaba un crecimiento de movimientos ultranacionalistas y de extrema derecha. Estos grupos promovieron un discurso de “orgullo alemán” y argumentaron que los alemanes ya no deberían sentir culpa por el Holocausto.
En este contexto, partidos políticos de extrema derecha obtuvieron más representación en el Parlamento, y figuras políticas destacadas provocaron controversias al emplear frases asociadas con el régimen nazi. Las actividades de Haverbeck y el auge de estos movimientos subrayaron la lucha continua de Alemania contra el negacionismo del Holocausto y la radicalización ideológica.