El presidente estadounidense, Joe Biden, nombrará a una antigua ayudante que trabajó para la primera dama para representar a Estados Unidos en la agencia de las Naciones Unidas dedicada a la educación, la ciencia y la cultura, dijo el lunes un funcionario de la Casa Blanca, según The Associated Press.
La elegida por Biden para convertirse en la representante permanente de EE.UU. ante la UNESCO, con sede en París y rango de embajadora, es Courtney O’Donnell, una antigua ayudante, según el funcionario, que habló bajo condición de anonimato para discutir el nombramiento antes de un anuncio formal.
O’Donnell es actualmente asesora principal en la oficina de la vicepresidenta Kamala Harris y también jefa de gabinete en funciones del marido de Harris, el segundo caballero Doug Emhoff.
O’Donnell también fue directora de comunicaciones de Jill Biden, cuando ésta era segunda dama durante la vicepresidencia de Joe Biden.
En julio, Estados Unidos se reincorporó a la UNESCO tras un paréntesis de cinco años iniciado por el expresidente Donald Trump.
A finales de junio, el Consejo de Administración de la UNESCO votó por 132-10 a favor de aceptar la propuesta estadounidense de reincorporarse al organismo con sede en París. La votación se produjo semanas después de que Estados Unidos notificara a la UNESCO su decisión de reincorporarse al organismo.
La administración Trump se retiró de la UNESCO en 2017, citando su sesgo anti-israelí. Israel se retiró de la UNESCO en 2019.
A finales de 2021 se informó de que la administración Biden está presionando a Israel para que renueve su pertenencia a la UNESCO. El año pasado, se supo que Israel había retirado su oposición a que Estados Unidos volviera a la UNESCO.
Dos meses después, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó que Israel no tiene objeciones a un regreso de Estados Unidos a la agencia cultural de la ONU.
Israel ha tenido una relación polémica con la UNESCO, que ha aprobado varias resoluciones antiisraelíes en los últimos años.
En 2018, la agencia de la ONU aprobó una resolución declarando que la Cueva de los Patriarcas en Hebrón y la Tumba de Raquel en Belén son “parte integral del territorio palestino ocupado”.
Resoluciones anteriores se referían al Estado judío como “la potencia ocupante” en Jerusalén. Otra declaró la Ciudad Vieja de Hebrón “Patrimonio de la Humanidad palestino”.
En 2016, la UNESCO aprobó resoluciones en las que declaraba que Israel no tiene derechos sobre Jerusalén y describía el Monte del Templo y la Ciudad Vieja de Jerusalén como lugares sagrados musulmanes.